WASHINGTON - El líder opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, calificó este miércoles de "muy productiva" la reunión que sostuvo con el gobernante de EEUU, Donald Trump.
"En nombre de los venezolanos estamos aquí porque el 5 de enero, el 7 de enero, el 15 de enero logramos resistir a los embates de una dictadura, resistir a lo que fue el intento de tomar el Parlamento por la fuerza", declaró brevemente Guaidó a los reporteros.
El también presidente de la Asamblea Nacional se pronunció poco después de visitar la Casa Blanca para su primer encuentro con Trump, cuyo Gobierno fue el primero en reconocerlo en como presidente interino después de que el opositor se proclamara como tal el 23 de enero de 2019 tras invocar la Constitución.
"Estamos insistiendo en todo momento que tenemos el respaldo del mundo, que no es a Juan Guaidó, es a una causa, es a la democracia, es a la libertad, es a la posibilidad de ver un continente definitivamente libre, no permitir refugio a terroristas, no permitir el refugio a narcotraficantes", agregó.
Guaidó agradeció el "compromiso" de Trump, quien en su tercer discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso expresó su compromiso con la "lucha justa por la libertad" de Venezuela.
"Enfrentamos en Venezuela, como ustedes saben, una dictadura, una dictadura que persigue, que tortura, que secuestra, que amenaza de muerte, que atentó contra el vehículo de los diputados el 15 de enero, que quiere destruir un país. No se lo vamos a permitir", agregó Guaidó, quien anticipó que las "acciones concretas" contra Maduro se irán anunciando "en su momento".
"Estamos buscando las acciones, las oportunidades, las herramientas para desarrollar de nuevo un país que lucha", agregó el dirigente opositor, poco antes de reunirse con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, institución que Guidó consideró un "pilar fundamental para pensar en la Venezuela que viene".
Moreno indicó por su parte que el BID fue la primera institución multilateral en acompañar y acoger a Guaidó como presidente interino de los venezolanos.
"Nosotros hemos venido trabajando durante mucho tiempo, listos para acompañar al presidente Guaidó el día que tengan todos los instrumentos de poder para poder atender a todos los venezolanos", afirmó Moreno.
Este miércoles, Guaidó llegó al jardín sur de la Casa Blanca en un vehículo negro, acompañado de su delegado para las Relaciones Exteriores de Venezuela, Julio Borges.
Trump, vestido con su característica corbata roja, lo recibió bajo un gran toldo blanco para protegerse de la intermitente lluvia y posó con Guaidó durante unos segundos ante las cámaras, antes de dirigirse con él hacia el interior de la Casa Blanca.
Ambos procedieron entonces hacia el Despacho Oval, donde se esperaba que un grupo pequeño de periodistas y cámaras pudiera acceder al inicio de la reunión y escuchar declaraciones de ambos.
Sin embargo, en el último momento, la Casa Blanca decidió cerrar el acceso de los medios a la reunión, algo que desató especulaciones en la sala de prensa sobre la posibilidad de que Trump quisiera evitar las preguntas sobre el voto del Senado en su juicio político.
Guaidó se alojó esta noche en la casa reservada para los invitados oficiales de la Casa Blanca, en la que estaba izada este miércoles una bandera venezolana y que estaba rodeada por fuertes medidas de seguridad.
UNA HORA JUNTOS
El encuentro duró alrededor de una hora, según indicó a Efe la Casa Blanca, y tuvo lugar un día después de que Trump invitara por sorpresa a Guaidó a su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso y le homenajeara como el "legítimo" presidente de Venezuela.
No obstante, la reunión quedó algo deslucida por la decisión de la Casa Blanca de cancelar en el último momento el acceso de las cámaras y del pequeño grupo de periodistas que tenían previsto entrar en el Despacho Oval.
La Casa Blanca no dio explicaciones oficiales, pero los periodistas recibieron el aviso de que no podrían entrar justo después de que un senador republicano, Mitt Romney, anunciara que votaría este miércoles para condenar a Trump en su juicio político, por lo que es posible que Trump quisiera evitar preguntas del tema.
La estructura de la visita de Guaidó a la Casa Blanca fue idéntica a la de cualquier otro jefe de Estado, y el líder venezolano incluso se hospedó en la Casa Blair, donde se alojan los invitados oficiales del presidente de EE.UU. y donde la semana pasada durmió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Y aunque no hizo declaraciones, Trump se hizo fotos con Guaidó a su llegada a la Casa Blanca, con el pulgar levantado.
Los fotógrafos oficiales de ambos lados sí pudieron entrar en el Despacho Oval y captaron a los dos líderes hablando con una traductora sentada entre ambos, y acompañados de algunos de sus asesores, como el delegado de Guaidó para las Relaciones Exteriores de Venezuela, Julio Borges.
MÁS PRESIÓN A MADURO EN UN MES
Trump planeaba conversar con Guaidó del "compromiso de EEUU con el pueblo de Venezuela" y sobre "cómo trabajar" juntos "para acelerar la transición democrática en Venezuela que acabe con la actual crisis", indicó la Casa Blanca en un comunicado oficial.
Nueve meses antes de presentarse a la reelección y deseoso de retener el voto de los estadounidenses de origen venezolano o cubano en Florida, Trump "ha dado órdenes a su gabinete de acelerar" la implementación de su política de "presión máxima" a Maduro, afirmó este miércoles un alto funcionario de EEUU.
"Habrá medidas con impacto en los próximos 30 días, que serán muy importantes y servirán para mutilar aún más al régimen" chavista, añadió la fuente, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica.
El funcionario no quiso entrar en detalles sobre esas sanciones, pero calculó que, en el año que ha pasado desde que Trump respaldó a Guaidó y comenzó en serio su campaña de presión a Maduro, ha llegado "a la mitad del camino" de lo que puede hacer para acorralar al mandatario venezolano, y le quedan "muchas" opciones.
POSIBLES SANCIONES A PETROLERAS
Entre las medidas que se barajan está "absolutamente" la posibilidad de sancionar a varias petroleras internacionales, incluida la corporación estatal rusa Rosneft, convertida en el gran intermediario del crudo de Venezuela ante las restricciones impuestas por Washington a la compañía venezolana Pdvsa.
"Ya sea Rosneft, Reliance, Repsol o Chevron aquí en los Estados Unidos, yo tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura (del presidente venezolano, Nicolás) Maduro", dijo un alto cargo estadounidense, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica.
El funcionario también descartó cualquier posible negociación estadounidense con Maduro que no tenga que ver con su "salida" del poder, y lanzó una advertencia al chavismo.
"Cualquier daño que pueda sufrir Juan Guaidó cuando regrese a Venezuela tendrá consecuencias muy significativas", subrayó.
JUGAR CON LOS ESCÉPTICOS
La visita de Guaidó a Washington estuvo envuelta en secretismo, y la fuente que habló con la prensa pareció divertida por ese hecho, al explicar que las negociaciones sobre la reunión duraron unas "dos semanas" durante las cuales hubo todo tipo de rumores sobre si Trump vería al líder venezolano y dónde lo haría.
"Ha sido divertido ver, en las dos últimas semanas, a mucha gente en los medios escribiendo el obituario político de Juan Guaidó, con esta idea de que el presidente Trump había pasado de él. Queríamos acabar de una vez por todas con esa idea", afirmó el funcionario.
"El único obituario que se escribió anoche, durante el Estado de la Unión, fue el de los escépticos que siguen cuestionando nuestro compromiso con esta transición democrática en Venezuela", zanjó.