LAS VEGAS - Nevada está abierto para visitantes pero con precauciones, declararon líderes de turismo y de respuesta al coronavirus el lunes, a pesar de un fin de semana en el que el estado superó la marca de 200,000 infecciones por COVID-19 y registró 73 nuevas muertes.
En Las Vegas, donde se cancelaron los fuegos artificiales de Año Nuevo que generalmente atraen a alrededor de 300,000 personas al Strip, los casinos están "abiertos dentro de los límites de la capacidad determinada por el gobernador", dijo la jefa de promociones turísticas de Nevada, Brenda Scolari, en una conferencia de prensa con los líderes estatales de respuesta al COVID-19.
El gobernador Steve Sisolak en noviembre endureció los límites de ocupación para restaurantes, bares, casinos y gimnasios, y estableció la capacidad en un 25% para muchas empresas en un intento por detener el aumento de casos de coronavirus que están subiendo el número de hospitalizaciones.
"Estamos promoviendo mucho que las propiedades en Las Vegas actúen teniendo en cuenta la seguridad de los visitantes y tengan todas las medidas necesarias para que la víspera de Año Nuevo sea segura y memorable", dijo Scolari.
Pero un puñado de complejos turísticos del Strip de Las Vegas han anunciado cierres entre semana debido a la falta de demanda; The Mirage dijo que a partir de enero, solo estará abierto desde el mediodía los jueves hasta el mediodía los lunes.
Si bien algunos hoteles y casinos solo han anunciado cierres de lunes a viernes para reservaciones de hotel, el Mirage planea cierres entre semana de todas sus operaciones, incluido el piso del casino, los restaurantes y el espectáculo de volcanes que hace erupción cuatro veces por noche.
Mientras tanto, Scolari dijo que el estado distribuyó casi $1.7 millones en subvenciones a organizaciones y grupos rurales bajo la campaña "Descubra su Nevada", "para promover que están abiertos a los visitantes y...tienen prácticas de seguridad para ayudar a mantener seguros a los visitantes y residentes", dijo.
La recepción de visitantes de Nevada contrasta con la vecina California, donde los hospitales se esfuerzan por encontrar camas y los funcionarios están elaborando planes para posiblemente limitar las admisiones hospitalarias. En Arizona, las autoridades dicen que solo el 8% de las camas de hospital y de cuidados intensivos están disponibles y no se utilizan.
