Coronavirus

Científicos enfrentados sobre supuesta mutación del coronavirus y su poder de contagio

Estudios llegaron a conclusiones diferentes y hay una discusión sobre el tema en redes sociales.

Telemundo

Dos estudios publicados esta semana tiene resultados divergentes en cuanto a la teoría de que el nuevo coronavirus sufrió o no, una mutación. Por el lado de los que sostienen que esto no ocurrió está el estudio publicado este miércoles por el Centro de investigación de virus de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) en la revista Virus Evolution.

Es común que los virus, incluido el que causa la COVID-19, acumulen mutaciones o variaciones en su secuencia genética a medida que se propagan entre la población, pero, por lo general, la mayoría de estos cambios no tiene ningún efecto sobre la biología del virus o la agresividad de la enfermedad que causa.

Algunas investigaciones recientes sugerían que podían circular dos o tres cepas de SARS-CoV-2, generadas a través de mutaciones. En concreto se valoraba la posibilidad de que existiese una cepa más agresiva que causara enfermedades más graves, sin embargo, el equipo de Glasgow demostró, a partir del análisis de muestras de virus SARS-CoV-2, que actualmente solo circula un tipo de virus.

Los científicos realizaron un extenso análisis de los genomas del virus registrados en la plataforma CoV-GLUE (una base de datos que rastrea los reemplazos, inserciones y eliminaciones de aminoácidos del SARS-CoV-2, que se han observado en muestras de la pandemia) y demostraron que es improbable que las mutaciones tengan un significado funcional, por lo que concluyeron que no representan diferentes tipos de virus.

Hasta ahora, la base de datos ha catalogado 7,237 mutaciones del patógeno y, aunque pueda parecer un número muy elevado, señalaron que se trata de una tasa de evolución relativamente baja para un virus de material genético ARN y que esperan que se sigan acumulando más mutaciones (que no tengan consecuencias en su biología) a medida que la pandemia continúa.

No obstante, los expertos destacaron que comprender cómo funcionan las mutaciones del patógeno y cómo se está propagando permite rastrear el historial de transmisión y comprender el patrón histórico de propagación global.

Oscar MacLean, doctor del Centro de investigación de virus de la Universidad de Glasgow, dijo que al analizar la extensa variación de la secuencia genética presente en los genomas del virus SARS-CoV-2, "el análisis evolutivo muestra por qué las afirmaciones de que hay múltiples tipos de virus circulando actualmente son infundadas".

El estudio que habla de mutación

Por otra parte está el estudio que sostiene que la nueva cepa dominante que se extiende por los EEUU parece ser aún más contagiosa. Según esto, la nueva cepa comenzó a extenderse en Europa a principios de febrero antes de migrar a otras partes del mundo, incluidos los Estados Unidos y Canadá, convirtiéndose en la forma dominante del virus en todo el mundo a fines de marzo, dicen investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos, en un informe de 33 páginas publicado en BioRxiv la semana pasada.

El estudio dirigido por la bióloga computacional Bette Korber ha sido publicado en el repositorio biorXiv, en el que los textos aún no han sido sometidos a revisión por otros expertos, aunque pueden dejar sus comentarios.

El equipo ha desarrollado una línea de análisis para facilitar el seguimiento de las mutaciones en tiempo real en el SARS-CoV-2, que causa la COVID-19, centrándose en la proteína Spike (S), que se localiza en la envuelta del virus y le sirve para entrar en las células al acoplarse al receptor humano ACE2.

Esta proteína, recuerda el estudio, es “el objetivo de la mayoría de las estrategias de vacunas y terapias basadas en anticuerpos” para hacer frente a la enfermedad.

Los expertos han identificado, hasta la fecha, catorce mutaciones en Spike y una de ellas, a la que han denominado Spike D614G, la consideran de “urgente preocupación”.

Esa cepa, que sería más contagiosa, “puede haberse originado en China o en Europa", aunque empezó a difundirse en este continente a principios de febrero, y ”cuando se introduce en nuevas regiones se convierte rápidamente en la forma dominante”.

Estos hallazgos tienen “importantes implicaciones para la transmisión del SARS-CoV-2, la patogénesis y las intervenciones inmunológicas”, escriben los científicos.

El estudio se basa en análisis computacionales de más de 6,000 secuencias de coronavirus recogidas en todo el mundo por la Global Initiative for Sharing All Influenza Data (Gisaid).

A falta de una revisión sistemática por otros científicos, algunos investigadores han manifestado en Twitter y en comentarios en el repositorio biorXiv algunas debilidades del estudio.

Es el caso de la viróloga de la Universidad de Columbia Angela Rasmussen, quien señala en su cuenta que, si bien el estudio identifica una mutación que se ha convertido en dominante con el tiempo, el estudio no hace nada “para mostrar su importancia funcional en la transmisión”.

Para Rasmussen, el “viejo dicho de que correlación no es igual a causalidad” se aplica en este caso y considera “engañoso” el título del estudio al sugerir que la mutación de Spike “revela el surgimiento de una forma más transmisible de SARS-Cov-2”.

“No, no lo hace”, indica la científica, pues estima que lo que "revela" el documento es “una sustitución del ácido aspártico por glicina en la posición 614” de Spike.

El bioquímico español Carlos Briones invita en su cuenta en la red social a leer las explicaciones de Rasmussen, “si te gustan más los datos que los titulares impactantes”.

También en su Twitter, Trevor Bedford del departamento de epidemiología del la Universidad de Washington considera que un aumento en la transmisibilidad del coronavirus por una mutación en Spike es “una hipótesis plausible, pero está lejos de ser probada”.

El microbiólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi llama la atención en esa red social sobre los artículos que aún no han sido revisados de manera sistemática por otros científicos y señala: “Creo que no se debería hacer noticia ningún artículo de los publicados en las plataformas de pre-print”.

Estudio previo

A principios de marzo, los investigadores en China dijeron que encontraron que dos tipos diferentes de coronavirus podrían estar causando infecciones en todo el mundo.

En un estudio preliminar publicado el martes, los científicos de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Pekín y el Instituto Pasteur de Shanghai descubrieron que un tipo más agresivo del nuevo coronavirus había representado aproximadamente el 70% de las cepas analizadas, mientras que el 30% se había relacionado con uno menos agresivo.

Se descubrió que el tipo de virus más agresivo prevalece en las primeras etapas del brote en Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez COVID-19 a fines del año pasado. Pero la frecuencia de este tipo de virus ha disminuido desde principios de enero.

Los investigadores dijeron que sus resultados indican que el desarrollo de nuevas variaciones del pico en los casos de COVID-19 fue "probablemente causado por mutaciones y selección natural además de la recombinación".

A pesar de su edad y de ser diabética, Rosa Martinez no ha cesado en cumplir sus funciones incluso aunque sienta que le persigue el enemigo invisible del coronavirus. Video colaboracíón de BNowMedia.

"Estos hallazgos respaldan firmemente la necesidad urgente de más estudios inmediatos e integrales que combinen datos genómicos, datos epidemiológicos y registros gráficos de los síntomas clínicos de pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)", dijeron.

Los investigadores advirtieron que los datos examinados en el estudio todavía eran "muy limitados", enfatizando que se necesitarían estudios de seguimiento de un conjunto de datos más amplio para obtener una "mejor comprensión" de la evolución y la epidemiología de COVID-19.

Los hallazgos fueron publicados en National Science Review, la revista de la Academia de Ciencias de China. Se descubrió que la cepa más agresiva y mortal prevalece en las primeras etapas del brote en Wuhan, la ciudad china donde surgió el virus por primera vez.

Entretanto, los investigadores de Los Alamos, con la ayuda de científicos de la Universidad de Duke y la Universidad de Sheffield en Inglaterra, pudieron analizar miles de secuencias de coronavirus recopiladas por una organización que promueve el intercambio rápido de datos de todos virus de la gripe y el coronavirus.

Empleados de gasolineras, supermercados, lavanderías, repartidores de comidas a domicilio o mecánicos, la comunidad hispana copa muchos de los puestos clave que permite a Estados Unidos seguir funcionando en su peor momento.

Hasta la fecha, los investigadores han identificado 14 mutaciones. La mutación afecta la proteína espiga, un mecanismo multifuncional que permite que el virus ingrese al huésped. La investigación fue apoyada por fondos del Consejo de Investigación Médica, el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Genome Research Limited.


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