El gobernador de Nevada, Steve Sisolak, ordenó que se ondearan banderas a media asta en el Capitolio del Estado y en los edificios y terrenos públicos del estado el viernes en honor a los que murieron el 11 de septiembre de 2001.
El viernes fue el 19° aniversario del ataque terrorista más mortífero en suelo estadounidense.
Sisolak dijo en una orden ejecutiva que bajar banderas era un “honor solemne” hecho en respeto a aquellos que perdieron la vida.
Dijo que el aniversario también era "un día para recordar a todos los valientes socorristas que sacrificaron tanto y se aseguraron de que la cantidad de vidas perdidas no fuera mayor".