Bryan Clay recibió una sentencia de cadena perpetua sin opción a libertad condicional, luego de que un jurado deliberara el castigo por haber matado a una madre y a su hija de 10 años con un martillo mientras dormían, tras haberlas violado.
Clay también fue declarado culpable por homicidio, violación, secuestro en primer grado, robo, asalto con un arma, además de intento de homicidio por golpear gravemente al esposo y padre de las víctimas, quien dio su testimonio durante el juicio del crimen que sucedió en abril del 2012.
Durante la fase de sentencia, la parte defensora le pidió misericordia al jurado tras considerarse la pena de muerte como castigo, “No sé cómo expresar mi remordimiento; solo puedo expresar amor, y sepan que estás acciones me han causado mucho dolor”, declaró Clay al presentarse ante el jurado.
El responsable por las muertes de Yadira Martínez y su hija Karla Martínez, declaró que no se acuerda de los hechos, “Solo esperar 6 años y pensar sobre algo que no recuerdas hacer…me estaba volviendo loco; lo primero que intenté hacer en la cárcel fue matarme”, dijo Clay acerca del tiempo que ha pasado en prisión.
La madre del acusado también se presentó ante el jurado y les declaró que él es padre de una niña de 5 años quien “Si no fuera por mis abogados y mi hija, les estaría rogando por la muerte…no quiero que mis abogados tengan que sentarse durante el proceso”, agregó.
Arturo Martínez, esposo y padre de las víctimas y quien se presentó durante el juicio para dar su testimonio, declaró que ya había perdonado a Clay por lo hecho, “No puedo decir si lo merece o no (la pena de muerte), lo que hacemos aquí, lo tenemos que pagar aquí”, agregó.
