Las autoridades del Condado Polk, en Florida, anunciaron que encontraron el cadáver de un niño de 9 años que habría caído de un bote en el lago Annie durante el fin de semana de Acción de Gracias.
La llamada inicial sobre la desaparición del menor fue recibida el 26 de noviembre alrededor de las 2:00 p.m., en la que familiares avisaban de un menor que había caído al agua de la parte frontal del bote.
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Según informes preliminares, el padre intentó buscar al niño, pero su esfuerzo fue infructuoso.
La familia visitaba al Condado Polk desde Port St. Lucie.
El menor no llevaba un salvavidas, pero no era requerido por ley.
El alguacil Grady Judd describió el hecho como una verdadera tragedia, y una pesadilla para la familia.