Imágenes aéreas tomadas después del tiroteo masivo más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos y publicadas el miércoles 11 de julio, muestran las ventanas rotas de una habitación de hotel Mandalay Bay en el Strip de Las Vegas desde donde el pistolero disparó contra una multitud de un concierto.
Los videos revelados por la policía por una orden judicial muestran que el bloqueo del Strip que suele estar ocupado de gente; pistas y aviones en el aeropuerto cercano y oficiales apuntando con sus armas y reteniendo a dos personas a una milla de distancia del lugar de los disparos.
También se revelaron videos de cámaras usadas por oficiales y archivos de audio muy editados, algunos con fragmentos de solo tres segundos. Un video de la cámara del cuerpo muestra a algunas personas en ambulancias y un oficial que ayuda a las víctimas, similar a otras imágenes que se hicieron públicas anteriormente.
El video y el audio son el décimo conjunto de documentos publicados por una demanda de registros públicos por organizaciones de medios de comunicación, incluyendo a The Associated Press. La policía y el FBI se han negado a comentar sobre la información recabada durante la investigación del tiroteo del 1° de octubre que mató a 58 personas e hirió a otros cientos.
La evidencia publicada anteriormente, incluidos otros videos de cámaras corporales portadas por oficiales, filmaciones de vigilancia y llamadas al 911, han mostrado el caos, el dolor y los actos de heroísmo que sucedieron tras el tiroteo. Los videos han mostrado personas que buscan protección mientras se escuchan los disparos y otros llevan a víctimas heridas.
El alguacil de la policía metropolitana, Joe Lombardo, ha dicho que las autoridades creen que el pistolero Stephen Paddock actuó solo y que el ataque no tenía relación con el terrorismo internacional. Él ha dicho que espera lanzar un informe de la investigación en curso antes del fin de mes.
Lombardo dijo que los investigadores tal vez nunca sepan por qué Paddock, un jugador de video póker de alto riesgo de 64 años de edad, meticulosamente almacenó armas y luego abrió fuego contra una multitud de 22,000 fanáticos de la música country.
