Ponen en duda eficacia de mamografías

Un estudio canadiense que a juicio de muchos expertos tiene fallas ha revivido el debate sobre el valor de la mamografía. La investigación sugiere que ésta no reduce el riesgo de morir por cáncer de seno a la vez que detecta muchos tumores que no necesitan tratamiento. El estudio da seguimiento a largo plazo a casi 90,000 mujeres que se han hecho exámenes anuales de seno con una enfermera para determinar si tienen bultos además de una mamografía, o solamente el examen con la enfermera. Después de más de dos décadas, las tasas de muerte por cáncer de mama eran similares en los dos grupos, lo que sugeriría que la mamografía no proporciona gran beneficio. Es importante notar que este estudio no estudió mamografías en comparación con otros exámenes, como se ha hecho en la mayoría de los demás estudios sobre este tema. Muchos grupos no han apoyado los exámenes exploratorios debido a las escasas evidencias de que puedan salvar vidas. Los críticos del estudio canadiense citaron además los equipos anticuados y métodos insuficientes que hacen que las mamografías parezcan muy ineficaces. El estudio fue publicado el miércoles en la revista británica BMI. El cáncer de mama es la principal causa de muertes por cáncer en las mujeres en el mundo. Aproximadamente 1,400.000 casos se diagnostican cada año. Muchos estudios han concluido que la mamografía salva vidas, pero es debatible determinar en qué medida y para qué grupo de edad. También causa muchas falsas alarmas y tratamiento excesivo. En Estados Unidos, un grupo designado por el gobierno que suministra consejos no apoya la mamografía en mujeres menores de 50 años, y a partir de entonces solo año por medio. La Sociedad Oncológica Estadounidense las recomienda cada año a partir de los 40. En Gran Bretaña se suelen practicar solo cada tres años. El estudio canadiense ha sido el más pesimista sobre el valor de la mamografía. Inicialmente informó que después de cinco años de exámenes se hallaron 666 casos de cáncer entre las mujeres que recibieron mamografía más examen de seno, en comparación con 524 casos entre las que se sometieron solamente a los exámenes. Después de un seguimiento de 25 años, murieron unas 500 en cada grupo, lo que sugeriría que la mamografía no salva vidas. La similitud entre las tasas de muerte sugiere que los 142 casos "extra" detectados por las mamografías representan diagnósticos exagerados, concluyeron los líderes del estudio. El trabajo fue criticado inmediatamente. El Colegio Estadounidense de Radiología y la Sociedad de Tomografía de Seno lo calificaron como "un análisis increíblemente engañoso basado en el estudio profundamente fallido y ampliamente desacreditado". Las mamografías típicamente hallan muchos más casos de cáncer que lo que hizo este estudio, lo que sugiere que la calidad fue cuestionable, sostuvieron. En una carta publicada por la revista médica, el doctor Daniel Kopans, radiólogo en la Facultad de Medicina de Harvard, describió equipos y métodos anticuados que vio en 1990, cuando era uno de los expertos a quienes se pidió que revisaran la calidad de las mamografías utilizadas en el estudio. "Personalmente puedo afirmar que la calidad era escasa", escribió. "Para ahorrar dinero usaron máquinas de mamografía de segunda mano". Pero el director del estudio, el doctor Anthony Miller de la Universidad de Toronto, negó rotundamente que se hubiesen usado equipos o métodos de calidad inferior.

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