John Kerry tantea la situación con Rusia

GINEBRA - El secretario de Estado norteamericano John Kerry llegó a Ginebra el jueves por la mañana para poner a prueba la seriedad de una propuesta rusa para poner bajo resguardo internacional las armas químicas de Siria.
El diplomático y un equipo de expertos estadounidenses sostendrán reuniones con sus contrapartes rusas al menos durante dos días, jueves y viernes. Tienen la esperanza de salir con una idea de cómo las cerca de 1,000 toneladas de armas químicas y materiales precursores, así como potenciales sistemas de liberación, pueden inventariarse de forma segura bajo control internacional en una zona activa de guerra y luego destruirlas.
Los funcionarios que acompañan a Kerry dijeron que con los rusos buscarán un acuerdo rápido sobre los principios para el proceso, incluyendo una petición para un conteo rápido del arsenal que realizaría Siria.
Un oficial dijo que la tarea "es factible, pero compleja". Agregó que Estados Unidos está buscando indicios de la seriedad de Moscú y cree que se sabrá en un tiempo relativamente corto si los rusos están tratando de obstruir.
Otro funcionario dijo que las ideas presentadas hasta ahora por Rusia son "una posición de apertura" que necesita mucho trabajo y alimentación de expertos técnicos. El equipo estadounidense incluye a oficiales que trabajaron en la inspección y remoción de armas no convencionales de Libia en 2003 y en Irak después de la primera guerra del Golfo.
Los funcionarios hablaron con la condición del anonimato porque no estaban autorizados a hablar del tema en público dada la delicadeza de las negociaciones.
Mientras tanto, la CIA comenzó a entregar armas ligeras y otras municiones a los rebeldes desde hace dos semanas, junto con entregas por separado de vehículos y equipo diverso de parte del Departamento de Estado, reportó el miércoles The Washington Post.
Las entregas se han retrasado, según el diario, por los desafíos de logística y los temores de Estados Unidos de que cualquier tipo de apoyo pueda terminar en manos de extremistas.
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