DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Un ministro saudita pidió a más de un millón de musulmanes que pretenden viajar este año a los lugares más sagrados del islam que retrasen sus planes debido a la pandemia del nuevo coronavirus, en declaraciones publicadas el miércoles que sugerían la posibilidad de que se cancelara el peregrinaje.
El reino saudita tomó en febrero la extraordinaria decisión de cerrar a los extranjeros los lugares sagrados de La Meca y Medina, una medida que no se tomó ni siquiera durante la epidemia de gripe de 1918 que mató a decenas de millones de personas en todo el mundo.
Las restricciones se han endurecido en el reino, que ha confirmado 1,500 casos confirmados del nuevo virus. El país ha reportado 10 muertes por ahora. Oriente Medio tiene más de 71,000 casos confirmados del virus, la mayoría en Irán, y más de 3,300 muertos.
Arabia Saudita prohibió la entrada o salida de tres grandes ciudades, incluidas La Meca y Medina, e impuesto un toque de queda nocturno en el país. Como otros países de todo el mundo y de la región, Arabia Saudí ha suspendido todos los vuelos comerciales.
“El reino de Arabia Saudita está preparado para garantizar la seguridad de todos los musulmanes y ciudadanos”, dijo a la televisora estatal el ministro saudita de Haj y Umrah, Muhammad Saleh bin Taher Banten.
“Por eso hemos solicitado a todos los musulmanes de todo el mundo que esperen a firmar cualquier acuerdo (con agencias de viajes) hasta que tengamos una imagen clara”.
El ministro habló el martes por la noche en la Gran Mezquita de La Meca, que normalmente atrae a miles de fieles día y noche para rezar. El martes sólo se oía el sonido de los grillos.
Hasta dos millones de musulmanes hacen cada año el haj, un peregrinaje físicamente exigente y a menudo costoso que congrega a fieles de todo el mundo.
El haj, que todos los musulmanes sanos deben hacer una vez en su vida, está considerado como una oportunidad de limpiar los pecados pasados y llevar más humildad y unidad a los musulmanes.
De pie en La Meca ante la Kaaba, una estructura cúbica hacia la que los musulmanes rezan cinco veces al día, Banten dijo también que el reino ya estaba atendiendo a 1,200 peregrinos que se quedaron varados en la ciudad debido a las restricciones a los viajes. Varios estaban en cuarentena en hoteles de La Meca, señaló.
La estatal Agencia Saudita de Prensa citó las declaraciones de Banten el miércoles por la mañana, señalando que los musulmanes debían ser “pacientes” en sus planes para el haj. Se esperaba que el peregrinaje de este año comenzara a finales de julio.
La familia Al Saud que gobierna el reino basa su legitimidad en la supervisión y protección de los lugares sagrados.
El rey Salman, cuyo país preside este año el Grupo de los 20, ha dicho que su gobierno costeará el tratamiento a todos los pacientes de coronavirus en su país, incluidos turistas, residentes extranjeros y personas sin permiso de residencia.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Ruhani, volvió a criticar las sanciones estadounidenses contra su país, afirmando que este sería “el mejor momento” para que el gobierno de Trump suavizara las sanciones a Irán, que sufre el peor brote de coronavirus en la región.
“Era la mejor oportunidad histórica para Estados Unidos”, dijo Ruhani en una comparecencia en la reunión semanal del gobierno. “Podrían haberse disculpado. Esto era una cuestión humana y nadie les habría criticado por recular”.
El presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y varias potencias internacionales, y reinstauró las sanciones generalizadas. Estados Unidos ha ofrecido ayuda humanitaria a Irán, que las autoridades en Teherán han rechazado.
Irán ha instado a la comunidad internacional a levantar las sanciones y ha pedido un préstamo de $5,000 millones al Fondo Monetario Internacional por primera vez en varias décadas.