Señales de un ataque al corazón

Señales de un ataque al corazón

Las enfermedades cardiovasculares están entre las principales causas de muerte en Estados Unidos y América Latina. Más de la mitad se deben a un infarto al miocardio, como se le llama a los ataques del corazón producidos por la obstrucción de arterias coronarias.
 
No obstante los paros cardiacos pueden revertirse y estar preparados para hacerles frente es la diferencia entre seguir con vida o no. 
 
Ante todo hay que tener presente que los primeros minutos son muy importantes: 75% de las muertes ocurren durante la primera hora desde el momento en que nos damos cuenta de que algo está mal. 
 
Por ello es importante que al primer signo, acudamos a un hospital. Pero  también podemos tomar otras medidas a partir de las señales que emite nuestro cuerpo, aquí te compartimos cuatro de ellas para que las identifiques:
 
1. Fatiga y dificultades respiratorias:
 
La dificultad para respirar aparece antes de numerosos infartos, particularmente en mujeres, y puede comenzar desde meses antes de que se produzca el  ataque al corazón. Normalmente está acompañada de una gran fatiga.

Así que si no hay ninguna causa aparente y empiezas a experimentar fatiga o te cuesta trabajo respirar, la recomendación es que vayas de inmediato al médico.
 
2. Sudoración excesiva

Sudar más de lo habitual, sin que tengas actividad física, puede ser una señal de que nuestro corazón tiene un problema y será más que deseable que acudas al médico para que descarte cualquier riesgo.

Ahora sí que éste es un caso en el que vale más prevenir que lamentar.
 
3. Indigestión, náuseas y vómitos

En muchas ocasiones, los ataques al corazón siguen a malestares digestivos, que pueden incluir náuseas y vómitos.

De hecho, estos síntomas ocultan la afección cardiaca y nadie la asocia a ella, pero si estás segura de que no comiste nada fuera de lo normal, una súbita indigestión puede estar anunciándote algo que es mejor que el médico revise.
 
4. Dolor en el pecho

Aunque no todos los infartos están precedidos de dolor en el pecho, éste es el síntoma más frecuente y más fácilmente reconocible. El dolor torácico es prolongado, de unos 15 minutos, y se percibe como una presión intensa en el pecho, que puede abarcar la espalda, los brazos y los hombros. 
 
Si éste fuera el caso, no dudes en visitar al médico. Vale más que te diga que exageraste a que te pongas en riesgo.
 
Recuerda que al menos 25% de los infartos aparecen sin síntomas ni ruido: son silentes, así que vale más que estés atenta a las señales imperceptibles que te da tu cuerpo, que lleves una alimentación sana y hagas ejercicio de manera habitual.
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