Surge oposición a llamadas en los vuelos

Nueva York - Un día después de que muchos usuarios manifestaran ruidosamente su oposición a que se permita usar teléfonos celulares a bordo de los aviones, el director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) dijo el viernes que personalmente no está a favor de la medida. "Entendemos que muchos pasajeros preferirían que esas llamadas no se hicieran en los aviones. Yo opino lo mismo", dijo el viernes en un comunicado el director Tom Wheeler. Sin embargo, agregó que el papel de la FCC es informar respecto de la seguridad al utilizar teléfonos en los aviones. Agregó que "no hay razones técnicas para prohibir" el uso de estos dispositivos a bordo. El funcionario enfatizó que permitir el uso de los celulares al final dependerá de las aerolíneas. Wheeler, con sólo tres semanas en el cargo, sacudió a los viajeros el jueves al anunciar que era el momento de que la agencia revisara sus "normas restrictivas y antiguas" sobre los servicios móviles en los aviones. Las normas existen desde hace 22 años. Una agenda tentativa para la reunión de la FCC el 12 de diciembre, incluye la revisión propuesta. En seguida se desató una ola de críticas. Los pasajeros en los aviones ya casi no tienen espacio para estirar las piernas, les han quitado la comida caliente y tienen menor espacio personal. Ahora se hablaba de que incluso podrían perder el silencio: para muchos viajeros es uno de los últimos santuarios contra la contaminación auditiva. Todo el mundo quiere estar en contacto mientras viaja, pero nadie desea verse atrapado junto a otra persona que no cesa de hablar de Nueva York a Las Vegas, por ejemplo. "Uno solo puede estar a favor de esto es si la FCC ordena que todos aquellos que deseen usar sus teléfonos celulares se sienten junto a familias con niños gritones", dijo el viajero frecuente Joe Winogradoff. Amtrak y muchas empresas ferroviarias suburbanas han creado vagones de silencio para quienes deseen huir de una persona que habla demasiado alto. No es difícil imaginar que las aerolíneas ofrezcan "filas de silencio", aunque seguramente costarán más. Un sindicato de sobrecargos ya se pronunció contra el posible cambio de política, indicando que un avión lleno de pasajeros charlatanes podría ocasionar discusiones y minar la seguridad. El pasajero Kai Xu tiene otra preocupación: el limitado número de lavabos en un avión. "¿Serán las cabinas telefónicas de aquellos que deseen hablar en privado por teléfono?", preguntó. Sin embargo, no todo el mundo rechaza la idea. Craig Robins, un abogado que vuela casi 160,000 kilómetros (100,000 millas) al año, dijo que esto sería una "bendición a medias". "Tener la capacidad de comunicarme con mi oficina, mi familia y mis amigos, especialmente al hacer planes necesarios para que me recojan en el aeropuerto y reuniones el día de la llegada es algo valiosísimo", dijo. "Por supuesto, lo malo es el viajero desconsiderado que no se da cuenta de lo alto que habla. Eso es lo que nos va a volver locos". La mayoría de las aerolíneas de Medio Oriente y algunas de Asia y Europa permiten ya el uso de celulares en los aviones. En tanto, la industria de la telefonía celular respaldó la idea. Las aerolíneas cobran por entrar a internet y no es difícil imaginar que también cobrarán por usar el teléfono celular. Una petición para oponerse a la decisión de la FCC colocada en el portal en internet de la Casa Blanca llevaba 1,250 firmas el viernes por la tarde.

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