Escándalo a lo Napolitano

WASHINGTON - La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, enfrentaba el miércoles preguntas de un panel del Senado sobre el escándalo causado por miembros del Servicio Secreto con prostitutas en Colombia, que avergonzó a la Casa Blanca y opacó la participación del presidente estadounidense en la Cumbre de las Américas. La agencia asegura que otros dos elementos implicados fueron destituidos, uno más perdió su licencia y otros dos quedaron libres de faltas, lo que despeja las dudas sobre las sanciones a la docena de agentes bajo investigación. "Nadie desea ver la seguridad del presidente comprometida o a Estados Unidos avergonzado", diría a Napolitano el presidente del Comité Judicial, Patrick Leahy, de acuerdo con sus declaraciones preparadas. "Los senadores de este comité estarán muy interesados en escucharle hablar sobre este asunto hoy". Otros senadores, sobre todo republicanos, tenían grandes planes para la audiencia televisada, el primer procedimiento público sobre el escándalo. El Servicio Secreto anunció el martes por la noche que el caso de los 12 implicados ha sido resuelto: nueve fueron despedidos, a uno se le retiró su licencia y dos fueron exculpados de faltas graves a los códigos de conducta, todos ellos dentro de las primeras dos semanas posteriores a la noche en cuestión. El escándalo estalló tras un altercado entre un empleado del Servicio Secreto y una prostituta que exigía el pago de sus servicios en el vestíbulo del Hotel Caribe antes de la llegada del presidente Barack Obama a la Cumbre de las Américas en Cartagena. Una decena de efectivos del ejército estadounidense también están implicados, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo esta semana que les revocaron sus licencias. La investigación de parte de las autoridades militares sobre el incidente continúa.

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