New Jersey

Fin al dolor, regalo de Navidad de niño dominicano

NUEVA YORK – A sus 12 años y a lo largo de su vida, Samuel nunca deseó costosos obsequios o el teléfono de moda para Navidad. Su único anhelo era disfrutar de la vida sin el agudo dolor que lo atormentó desde el día de su nacimiento.

Fueron 12 años de calvario para el pequeño Samuel y para su madre, quien renunció a sus sueños para salvarle la vida a su hijo.

Esta Navidad, por primera vez en su vida, Samuel experimentará la festividad lejos de los hospitales y los dolorosos tratamientos médicos.

“Me siento como libre”, expresó el pequeño, quien nació y creció en la República Dominicana.

“Cuando Samuel nació fue algo duro para nosotros y después que llegamos aquí nos dijeron que ese era un tumor no operable”, recordó Johana, madre del niño.

Inoperable hasta que el doctor Gregory Levitin decidió estudiar el caso de Samuel y someterlo a una cirugía pese a los posibles riesgos, incluso si la intervención pudiera costarle la vida.

Samuel tiene una malformación muy rara, conocido como “arteria malformación”, que es un tumor de sangre. El mayor riesgo era que el pequeño se desangrará durante la operación, explicó su médico.

La madre dijo que en República Dominicana no existe la tecnología médica que su hijo necesitaba con urgencia, por lo que emprendió la odisea a los Estados Unidos, abandonando incluso su sueño de convertirse en arquitecta.

“La vida mía no ha sido fácil después de que Samuel nació con ese problema y lo que me ha mantenido en pie es la fe en Dios”, dijo la madre.

Fue una cirugía arriesgada pero que terminó mucho antes de lo que los doctores esperaban, además de que no se produjeron complicaciones. Gracias a la pericia del personal médico, ahora Samuel disfruta de una vida libre de dolor.

“Estoy muy contento con la vida nueva para Samuel, antes de la operación era difícil que el pudiera correr, comer, andar o jugar”, dijo el doctor Levitin. “Tenía mucho dolor durante la noche”.

Ahora, la visitas al doctor serán menos frecuentes.

“A mí no me gusta tanto estar en el médico y porque también quiero jugar con mis amigos”, comentó el pequeño.

“Samuel sangraba, duró cuatro años con un sangrado y era una cosa terrible y cuando llegó aquí me dijeron que fue un milagro que llegara vivo”, agregó su madre.

La primera y más importante cirugía de Samuel fue un éxito, pero el pequeño será sometido a otras intervenciones quirúrgicas.

Johana tiene un mensaje para los padres, que como ella, viven situaciones difíciles con sus pequeños.

“No darse por vencido nunca, ni quedarse con un solo diagnóstico de un solo médico, seguir adelante y nunca cansarse”, recomendó la madre.

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