Estados Unidos

Boricuas brillan y Justify se queda con el Kentucky Derby

El caballo Justify ganó la carrera 144 del Kentucky Derby, en lo que fue la segunda victoria del jinete estadounidense Mike Smith en el prestigioso clásico.

En la carrera también brilló el acento hispano y en especial para Puerto Rico, pues tres boricuas tomaron parte en la justa.

Especialmente llamó la atención el jinete estrella José Ortiz, de 24 años, quien recordó la ultima vez que visitó la escuela ecuestre que lo catapultó a su carrera actual.

Ese día, la profesora a cargo de la clase en la Escuela Vocacional Hípica de Puerto Rico (EVH), en Canóvanas, al este de San Juan, le preguntó a los alumnos si sabían quién era el muchacho que los visitaba. 

“[Con] los que me conocían, se siente bien porque ellos te bien como si tú fueras alguien grande”, recordó el boricua en uno de los intermedios de sus carreras en el hipódromo que ha convertido en su casa, Aqueduct en Nueva York. “Ahí es cuando tu comprendes todo lo que tu has trabajado y que tú estabas ahí, sentado en el mismo salón”.

Era principios de febrero y la clase entrante de jinetes no tenia ni el piqueteadero, ni otras instalaciones condicionadas para entrenar. Todo porque el perímetro de la escuela seguía destruido por el paso del Huracán María. Aun así, ahí estaba José, parado en frente de 15 jinetes nuevos, muchos de ellos con familias de escasos recursos, después de recibir por primera vez el Premio Jinete del Año en los Premios Eclipse otorgados por la Asociación Nacional de Carreras de Pura Sangre, uno de los mayores honores que un jinete puede obtener.

“Ahora ellos también, y les doy la esperanza a ellos. Que ellos también pueden hacerlo si se lo proponen”, dijo José.

El hermano mayor de José, Irad Ortiz, de 25, se mudó a Nueva York en el 2011 y José lo siguió un año más tarde. Ahora, ambos tienen en su palmarés el haber corrido en el Kentucky Derby. Allí además se midieron con uno de sus iconos, el puertorriqueño y ganador pasado del Kentucky Derby, John Velázquez.

Los tres jinetes son todos son egresados de la EVH de Puerto Rico. Los hermanos Irad y José compitieron montados en Hofburg y Good Magic, respectivamente, en tanto Velazquez corrió con Vino Rosso.

Cuando Justify cruzó la meta y se coronó ganador, a pocas cabezas también cruzaron los tres boricuas. John Velásquez llegó noveno, Irad Ortíz fue séptimo y José Ortíz quedó a nada de la victoria, en el segundo lugar. 

“Yo crecí viendo a John Velázquez ganando carreras grandes como el Belmont Stakes, Kentucky Derby y pues ese era mi sueño también”, José Ortiz dijo de Velazquez, quien entró al Salón de la Fama del deporte en el 2012 y que también se sentó en las sillas de la Escuela Vocacional Hípica.

“Pero montando en Puerto Rico no vas a conseguir nada de eso” dijo José Ortiz. “He venido a los Estados Unidos a seguir mi sueño”.

José y su hermano están entre los cuatro puertorriqueños quienes este año son parte del top 10 de mayores entradas por montas, de acuerdo con Equibase. Llegando al Derby, las ganancias generadas por José de este año están por encima de las de Velazquez y Manuel Franco. El año pasado, los triunfos de José embolsaron $27 millones de dólares. Los jinetes perciben un porcentaje de esas ganancias.

Mientras la suerte le sonríe a José, la industria hípica de Puerto Rico se encuentra en medio de “siete a 10 años de una pequeña crisis”, como lo describió José Maymo Azize, quien fiscaliza el hipismo en la isla.

En los años 70 y 80, marcas como Budweiser y Marlboro patrocinaban carreras en Puerto Rico y el dinero fluía de las apuestas en los días de gloria del deporte equino. Los boricuas se volcaban a las carreras de caballos y a las agencias hípicas, los centros de apuesta satélite en otros pueblos, para probar su suerte. Ahora, las prioridades han cambiado.

Con una crisis fiscal de 10 años en la que el territorio americano acumuló una deuda insostenible a cuestas, Puerto Rico sufrió el azote de dos desastres naturales el año pasado, los huracanes Irma y María.

Entre septiembre, cuando María tocó tierra, y enero, alrededor de 100 ejemplares de carrera murieron o tuvieron que ser sacrificados por enfermedades y malas condiciones de salud, dijo Maymo Azize.

La EVH sacrifico uno de sus 12 caballos cuando este contrajo laminitis, una condición inflamatoria dentro de la pezuña del animal. Ana Delia Velázquez, directora de la escuela hípica desde 2001, dijo que esto es resultado del pie y medio de agua en el que en un punto se encontraban sumergidos algunos de los caballos después de la tormenta.

La escuela publica opera dentro del único hipódromo de Puerto Rico, el Hipódromo Camarero. Después de la tormenta, no había luz, las paredes de cristal estaban rotas, igual que las pantallas. Los techos de los establos habían volado y la carretera estaba intransitable.

Ambos, el hipódromo y la escuela han retomado la mayoría de sus operaciones rutinarias.

Maymo Azize dijo que la agencia había sufrido también de la falta de fondos que ha afectado a Puerto Rico.

Los dueños de caballos, entrenadores, mozos de cuadra y jinetes simplemente generan mejores ingresos en los Estados Unidos continentales. Los premios, reconocimientos y prestigio ya no cubren los riesgos financieros que implican los cuidados a caballos.

Los premios son cada vez mas bajos porque ellos depended de cuanto dinero están dispuestos a apostar los fanáticos del deporte, dijo Ana Delia Velázquez.

“El mayor premio se da para el Clásico del Caribe” Ana Delia Velázquez explicó, refiriéndose al equivalente del Derby en los países caribeños. “Estamos hablando de unos $80,000 dólares, que muchas veces es el premio de un subsidio en Estados Unidos”. 

Ella añadió que el huracán María era lo que menos necesitaba la economía delirante de Puerto Rico.

“La gente tiene prioridades, y pues obviamente un juego de azar no es una prioridad”, dijo Velázquez.

Mientras tanto, en el transcurso de los últimos años, los egresados de la EVH se han convertido en estrellas del mundo hípico en los Estados Unidos. La escuela forjó otros talentos nuevos como Manuel Franco, quien es el jinete mas joven en el circuito profesional a sus escasos 21 años, y también es un top 10 en ingresos. Además, Evin Román brilla en las carreras de Santa Anita Park, en California.

La pasión por los caballos que vive en las calles y ranchos de Puerto Rico es compartida por estudiantes y egresados de la EVH, por igual.

Siguiendo los pasos de los hermanos Ortiz, y su novio Román, Andrea Rodríguez, una joven de 20 años de la clase de diciembre de 2018, también sueña desempeñarse en los Estados Unidos. Ella espera abrirse paso en un deporte típicamente dominado por hombres.

“En mi caso, he tenido claro que las oportunidades van a ser menos”, ella dijo. “Pero siempre he apostado mucho en mi y en las mujeres en general”. 

Ella dice que una vez culmine su entrenamiento espera encontrarse la oportunidad adecuada para mudarse a los Estados Unidos. 

“Me gusta mucho el hipismo aquí porque es en el que me crie”, dijo Rodriquez. “Pero me gusta que en los Estados Unidos tendré opciones de tratar cosas diferentes”.

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