Corea del Norte

Reapareció líder norcoreano en desfile militar sin despliegue de misiles ni discurso

Telemundo

Pyongyang.- Corea del Norte celebró este jueves un desfile militar con motivo del 73 aniversario de su fundación, aunque se abstuvo de enviar mensajes a Washington o Seúl, no mostró misiles y redujo la dimensión del evento en comparación con otras ocasiones.

El desfile, celebrado en la madrugada del miércoles al jueves, llega con el hermético país encarando su peor crisis económica en los últimos 25 años por culpa de la pandemia.

También con ofertas de diálogo sobre la mesa -a las que no parece responder de momento- por parte surcoreana y de EE.UU., que ha propuesto al régimen reunirse "dónde y cuándo sea" para tratar de reavivar las conversaciones sobre desnuclearización, estancadas desde 2019.

Sin embargo, poco puede extraerse sobre la actual disposición del régimen de unos fastos que parecieron destinados a levantar la moral doméstica y no a mostrar músculo militar como en anteriores efemérides.

SIN DISCURSO DE KIM

El líder norcoreano, Kim Jong Un, presidió el desfile, aunque durante el mismo no ofreció discurso alguno del que poder extraer algún mensaje destinado al exterior, según reportaron los medios estatales.

Como ya hizo en el desfile para el 75 aniversario del partido único celebrado el pasado octubre, Kim optó por lucir traje y corbata de tonos claros y no por la indumentaria estilo Mao.

Pero esa fue una de las pocas similitudes con el evento del otoño pasado, en el que el régimen presentó en sociedad su mayor misil balístico intercontinental (ICBM) diseñado hasta la fecha.

Flanqueado por los otros cuatro miembros del presidium del politburó del partido único (incluyendo al militar Pak Jong-chon, nombrado esta semana miembro de este poderoso órgano) Kim vio desfilar hoy a las tropas por la plaza Kim Il-sung de Pionyang.

En todo caso, se trató en su mayoría de los Guardias Rojos Obreros y Campesinos, una fuerza de defensa civil, y no del ejército regular, lo que refuerza la idea de que el aniversario se destinó a mejorar los ánimos de la población norcoreana y a fortalecer la unidad interna ante influencias y enemigos exteriores.

El que arengó a los convocados fue en este caso Ri Il-hwan, miembro del comité central del Partido de los Trabajadores, que insistió en que el país invertirá en acrecentar su ejército hasta "convertir todo el país en una fortaleza".

Algunos observadores señalan que Kim, que mide 5 pies, 8 pulgadas de alto y antes pesaba en torno a 308 libras, podría haber perdido entre 22 y 44 libras.

INCÓGNITAS SOBRE LA PANDEMIA

Entre los elementos externos que amenazan al régimen se cuenta también el coronavirus, según se recordó durante el acto militar, donde, pese a la ausencia de mascarillas entre los participantes, una unidad desfiló vistiendo trajes epidemiológicos usados aparentemente en instalaciones fronterizas.

Desde que China decidió aislar la ciudad de Wuhan en enero de 2020, Corea del Norte, que a día de hoy dice no haber detectado aún un solo positivo tras realizar unos 38.000 test, cerró a cal y canto sus fronteras e incluso reforzó su seguridad con alambradas extra y órdenes de disparar a todo aquel que se aproxime.

La obstinación con mantener el territorio sellado ha impedido la entrada de capital extranjero en forma de inversión o ingresos turísticos y también de unas importaciones vitales para un país que depende enormemente de los productos chinos y cuyo castigado sector agrícola ha sufrido el embate de tifones y olas de calor en el último año.

El propio Kim Jong-un ha reconocido ante sus ciudadanos que el país pasa por momentos complicados y debe encarar una nueva "ardua marcha", el término usado por el régimen en la terrible hambruna de los noventa.

VACUNAS RECHAZADAS

Ante ese panorama y sin haber inmunizado aún a ninguno de sus ciudadanos, Unicef explicó recientemente para sorpresa de muchos que Corea del Norte, que ya rehusó recibir casi dos millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca, acaba de rechazar otros tres millones de la fabricada por el laboratorio estatal chino Sinovac.

A su vez, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alertó hace apenas 10 días de que el régimen parece haber reactivado recientemente instalaciones que emplea para producir combustible nuclear apto para bombas, lo que hace pensar que podría estar desechando el diálogo y apostando por reforzar su arsenal.

El desfile de hoy podría haber servido para apuntalar esa idea, pero los medios norcoreanos no mostraron ni una sola foto de misiles ni hicieron mención de este tipo de armamento en sus informaciones.

Así pues, la efeméride no ha ayudado a despejar de momento las incógnitas en torno a los posibles planes del régimen a corto-medio plazo en el plano diplomático y epidemiológico.

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