Estados Unidos

Mitsubishi reconoce manipulación de emisiones

Tokio, 20 abr (EFE).- El fabricante nipón de vehículos Mitsubishi Motors reconoció hoy haber falseado datos sobre eficiencia energética de algunos de sus modelos, en lo que supone un nuevo escándalo en el sector del motor.

Mitsubishi manipuló el proceso de prueba del consumo de combustible de unos 625.000 minivehículos vendidos en Japón de forma que los resultados de los test reflejaron unos datos de eficiencia energética mejores que los reales.

Así lo reconoció hoy el presidente de la compañía, Tetsuro Aikawa, en una rueda de prensa celebrada en Tokio y cuya convocatoria horas antes consiguió hundir las acciones del fabricante en la Bolsa de Tokio.

La industria del motor se encuentra en el punto de mira, tras el escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen.

El pasado septiembre el gigante alemán reconoció haber incluido un software ilegal en unos 9,5 millones de vehículos para que, cuando fuesen llevados a un banco de pruebas, emitiesen gases como el NOx cumpliendo con las regulaciones medioambientales, que en condiciones normales contaminaban mucho más.

En el caso del fabricante con sede en Tokio, de mucho menor envergadura, el falseado de las pruebas tuvo lugar mediante una modificación de la presión del aire aplicada a los neumáticos.

Esta manipulación "intencionada" repercutió en los datos sobre consumo de combustible proporcionados por la empresa a las autoridades niponas sobre cuatro modelos comercializados en Japón, todo ellos minivehículos (aquellos con motores inferiores a los 660 centímetros cúbicos).

La manipulación afecta a unas 157.000 unidades de los modelos ek Wagon y ek Space producidos por Mitsubishi desde 2013, y a otras 468.000 unidades del Dayz y el Dayz Roox, ambos producidos de forma conjunta por esta compañía y comercializados por Nissan Motor.

Con una medición correcta de los parámetros establecidos por las autoridades niponas estos modelos consumirían entre un 5 y un 10 por ciento más de combustible.

El presidente de la compañía reveló en la rueda de prensa celebrada en la sede del Ministerio nipón de Transporte, Infraestructura y Turismo, que Mitsubishi descubrió que los datos eran erróneos tras llevar a cabo una investigación interna.

Ésta se desencadenó después de que Nissan descubriera "discrepancias" de hasta un 7 por ciento entre sus mediciones y las realizadas por Mitsubishi por lo que solicitó que se comprobara la exactitud de los datos.

Los resultados de la investigación han sido además trasladados a las autoridades niponas y debido a la "gravedad del caso" la empresa va a revisar los datos sobre consumo energético de otros modelos exportados al extranjero, donde los procesos de prueba varían según cada legislación nacional.

"Seguiremos investigando qué ha pasado y quiénes son los responsables", señaló Aikawa, quien descarto que vaya a dimitir hasta que se aclare lo sucedido.

La compañía, que también ha encargado una investigación independiente, ha decidido mientras tanto parar la producción y comercialización de todos los modelos afectados, y su presidente pidió "disculpas sinceras" a los consumidores afectados, que podrían recibir compensaciones.

La simple convocatoria de la rueda de prensa, en la que se insinuó la gravedad del caso, hizo caer a Mitsubishi en el parqué tokiota más de un 15 por ciento, su mayor desplome desde julio de 2014.

El fabricante surcoreano Hyundai y su filial Kia ya se vieron salpicados por un escándalo de falsificación de este tipo en 2012, cuando admitieron haber exagerado las cifras de ahorro energético de varios de sus modelos para comercializar en Estados Unidos.

Como consecuencia, el Gobierno estadounidense les impuso una multa de 100 millones de dólares (88 millones de euros) y la devolución de otros 200 millones de dólares (176 millones de euros) en créditos otorgados por reducir sus emisiones contaminantes.

Por su parte, la multinacional estadounidense Ford y la japonesa Honda también estuvieron en el punto de mira, e incluso se enfrentaron a sendas demandas, tras ser acusados entre 2012 y 2013 de tergiversar los datos promocionales y los reales de ahorro energético de varios de sus automóviles.

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