El ring se lleno de las sonrisas de quienes son el futuro del mundo, y desde ahí escucharon el mensaje que el Papa Francisco dedicó en directo desde El Vaticano para ellos.
"Que no se duerman, que no pierdan la capacidad soñar despiertos", les pidió a los jóvenes.
Las palabras del Pontífice se escucharon en un gimnasio de box en la capital mexicana; y en pantallas gigantes, los invitados a la inauguración, pudieron interactuar con el representante de laIglesia católica.
La pequeña Naomi estuvo en primera fila, a través de las cuerdas del área donde entrena desde hace tres años no se perdió ni un solo detalle, y dio lo mejor de sí cuando demostró que quiere llegar a ser una campeona.
"Es una mezcla muy bonita de sentimientos porque estás dando una exhibición a alguien muy importante", dice Naomi Rodríguez, quien entrena box.
Considerado el mejor boxeador que ha dado este país, Julio César Chávez fungió como el embajador de este proyecto organizado por el Consejo Mundial de Boxeo y la Fundación Pontificia.
"Muy bien que empiecen desde chiquitos a formar su futuro y sus sueños", expresó Chávez.
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Este gimnasio se encuentra en una de las zonas en donde la delincuencia y las drogas son cosa de todos los días y, precisamente, ese fue el propósito de construirlo aquí, alejar de ello a lo más valioso que tiene este país, su juventud.
Y para lograrlo, el ganador de cuatro títulos mundiales le hizo al Papa un petición especial.
"Quiero que nos dé la bendición para que se nos salga el chamuco", le pidió Chávez.
Ya con la anuencia divina arrancó el trabajo de este gimnasio que esperan se convierta pronto en un semillero de talento.
