Crimen organizado deja sin tortillas a población mexicana

Las bandas delictivas dedicadas a la extorsión se han vuelto tan descaradas en el municipio mexicano de Celaya que cuando los propietarios de tortillerías se quejaron del problema frente al ayuntamiento, unos hombres armados inmediatamente atacaron uno de sus locales y mataron a tres empleadas. 

Aunque las pandillas cobran por “protección” en otras partes de México, no suelen tomar represalias por una protesta pública de una forma tan rápida y letal, y representantes de la industria dicen que las tortillerías ya comenzaron a cerrar en la ciudad, cuya población ronda los 500,000 habitantes. 

Las autoridades de Celaya prometieron que 150 elementos adicionales de la policía estatal serían desplegados en la ciudad. La alcaldesa Elvira Paniagua señaló que una unidad especial investigaría los homicidios. 

El conflicto su volvió público el lunes cuando los propietarios de la tortillería sostuvieron una protesta frente al ayuntamiento y dijeron que las pandillas exigían cantidades “imposibles de pagar”. Horas más tarde, unos asaltantes no identificados mataron a las tres empleadas de la tortillería. 

La fiscalía en el estado céntrico de Guanajuato no respondió la petición de comentario sobre si los asesinatos fueron en represalia. 

La Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla de Celaya dijo en un comunicado que “muchos compañeros han optado por cerrar” ante las constantes extorsiones. 

Guanajuato alguna vez fue un tranquilo estado industrial y agrícola, pero en años recientes se han formado grupos violentos que obtenían gran parte de sus ingresos al perforar oleoductos del gobierno y robar combustible. Luego de que se tomaran medidas hace unos meses contra los ladrones de combustible, se especula que las pandillas han optado por otras actividades ilegales para obtener dinero. 

El miércoles, una asociación nacional farmacéutica dijo que los grupos delictivos han complicado o vuelto casi imposible proveer artículos para la salud, de belleza o medicamentos a gran parte del suroeste mexicano. 

La asociación dijo que las farmacias perdieron el mes pasado unos $750,000 en ventas porque sus camiones de suministro no pueden entrar a grandes partes de la región de Tierra Caliente en los estados de Michoacán y Guerrero. Agregó que han perdido otro millón de dólares en ese mismo periodo por robos de mercancía.

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