LAS VEGAS - Más de 6,000 personas en Nevada han muerto a causa del COVID-19, un hito sombrío que superó el estado el viernes mientras los funcionarios luchan por responder a otro aumento de casos de coronavirus.
El gobernador Steve Sisolak lo calificó como "otro hito significativo y desgarrador" para el estado y emitió otra petición para que las personas se vacunen contra el COVID-19. “Me duele el corazón junto a todas las familias de Nevada que están de luto por la pérdida de un ser querido”, dijo.
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Nevada informó el viernes 26 nuevas muertes y 1,299 nuevos casos de COVID-19. Desde que comenzó la pandemia, el estado ha reportado 363,574 casos de COVID-19 y 6,005 muertes.
Sisolak y los funcionarios de salud estatales han estado luchando para mitigar otro resurgimiento del virus en Nevada impulsado por la variante delta altamente contagiosa y una tasa de vacunaciones aún rezagada.
Hasta el viernes, el 58% de los mayores de 12 años que son elegibles para vacunarse habían recibido al menos una inyección de la vacuna COVID-19, mientras que el 48% había completado sus vacunas.
La tasa de inyecciones diarias administradas ha ido aumentando lenta y ligeramente durante las últimas semanas; el aumento ha coincidido con los funcionarios que han hecho sonar la alarma sobre otro aumento, la llegada a Nevada de trabajadores de emergencia federales para ayudar a vacunar a más personas y el estado entregando premios de rifas en efectivo y otras recompensas a quienes reciben la vacuna.
Mientras tanto, las hospitalizaciones, los casos y las muertes por COVID-19 han aumentado considerablemente desde junio. La tasa de positividad de dos semanas de Nevada fue del 15.8% el viernes, una tasa no vista desde principios de febrero.
Sisolak recientemente volvió a imponer un mandato de tapabocas para gran parte de Nevada; pero los funcionarios de un condado, Elko, votaron esta semana para no cumplir y ordenaron a las oficinas del gobierno local y a los trabajadores que no hicieran cumplir el mandato.
El gobernador anunció el jueves que está pidiendo a los funcionarios de salud estatales que consideren exigir la vacuna a cualquier estudiante que asista a clases presenciales en colegios y universidades públicas y a los trabajadores que trabajan con poblaciones vulnerables como las personas sin hogar.
Sisolak dijo que todavía no está considerando imponer reglas que requieran que las personas muestren prueba de vacunación para cenar en el interior de los restaurantes o ir a un gimnasio, como anunció el alcalde de la ciudad de Nueva York esta semana.
Pero Sisolak dijo que está pidiendo a los funcionarios y empresas locales que elaboren planes para mantener a las personas seguras en grandes reuniones, como conciertos y eventos deportivos, que podrían incluir empresas privadas que impongan sus propios mandatos.
