La junta de indultos de Nevada no podrá considerar una solicitud de última hora del gobernador saliente Steve Sisolak para conmutar las sentencias de los 57 presos condenados a muerte del estado, ordenó un juez el lunes por la noche.
La junta del estado estaba lista para votar sobre la solicitud el martes por la mañana, lo que podría brindar la segunda gran victoria en una semana para los defensores que pidieron la abolición de la pena capital después de que la gobernadora de Oregón, Kate Brown, usara sus poderes ejecutivos de clemencia el miércoles pasado para conmutar las 17 sentencias de muerte del estado.
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Al pronunciar su fallo desde el estrado, el juez del Tribunal de Distrito de Carson City, James Wilson Jr., dijo que la junta de indultos de Nevada, que incluye al gobernador, tiene la autoridad para otorgar dichas conmutaciones, pero no notificó adecuadamente a las familias de las víctimas antes de la reunión.
“Creo que eso es necesario para mostrarle a la víctima de asesinato capital justicia y respeto por su dignidad”, expresó Wilson. Su orden se produjo en respuesta a una petición de emergencia presentada la semana pasada por Chris Hicks, el fiscal de distrito republicano en Reno, quien criticó la solicitud de Sisolak como “injusta y antidemocrática”.
La noticia de la decisión del juez trajo algo de consuelo a Kenneth Cherry Sr., de 63 años, cuyo hijo fue asesinado en 2013 cuando el preso condenado a muerte Ammar Harris abrió fuego en el Strip de Las Vegas, provocando un feroz choque que dejó a Kenneth Cherry Jr. y otros dos, incluido el taxista Michael Boldon, muerto.
“Es imposible seguir adelante sabiendo que el asesino de mi hijo todavía está vivo”, manifestó Cherry Sr. el lunes por la noche desde su casa en Oakland. “Es un dolor inexplicable”.
La junta de indultos aún se reunirá el martes según lo programado, pero no discutirá las conmutaciones.
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Una portavoz de la oficina del gobernador se negó a comentar el lunes por la noche sobre la orden del juez, pero dijo que Sisolak hará comentarios el martes en la reunión.
Sisolak confirmó la semana pasada que quería despejar el corredor de la muerte del estado antes de que deje el cargo en dos semanas al reducir las sentencias de todos los reclusos en espera de ejecución a cadena perpetua sin libertad condicional. Esperaba obtener suficiente apoyo de los miembros de la junta de indultos en su reunión final antes de que el gobernador republicano electo Joe Lombardo, el alguacil en Las Vegas desde 2015, preste juramento y ocupe su lugar en la junta.
La solicitud de última hora sorprendió tanto a los defensores de la reforma de la justicia penal en Nevada, quienes dijeron que sospechaban del momento elegido por el gobernador, como a los defensores de la pena capital, quienes acusaron a Sisolak de extralimitación ejecutiva.
Nevada no ha ejecutado a un prisionero desde 2006, y todas menos una de las 12 personas ejecutadas desde 1977, cuando el estado restableció la pena capital, habían renunciado a apelar.
