A una década de que la ciudad de las luces fuera la más golpeada del país por la gran recesión, según datos otorgados por el departamento de empleo, entrenamiento y rehabilitación del país…Las Vegas ha resurgido.
Actualmente el desarrollo de proyectos de ampliación como el Proyecto Neón, la creación de espacios deportivos como el estadio de los Raiders, además de centros de convenciones y viviendas, requieren de una gran cantidad de trabajadores ya que incluso los suministros de mano de obra son insuficientes por la demanda de proyectos; tan solo el sur de Nevada se estima que requiere 10 mil trabajadores.
Para ello, se ha requerido de planeación y por supuesto el desempeño de miles de trabajadores, muchos de ellos inmigrantes indocumentados.
Los llamados jornaleros son parte importante de este desarrollo; hombres y mujeres trabajan en proyectos públicos y privados con el objetivo de sacar adelante a sus familias dentro y fuera del país, pero que en ocasiones enfrentan situaciones adversas, según el estudio realizado por la Red Nacional de Jornaleros, como la negación del salario por el trabajo realizado.
La desinformación ha sido clave en muchas ocasiones para que patrones evadan la responsabilidad de pago al jornalero; no todos los trabajadores saben que tienen derechos. Otros empleadores ofrecen menor cantidad cuando el trabajo está terminado; esta es también una forma de robo.
Otras, es la entrega de cheques sin fondo; cuando se trata de contratistas, a veces la mentira respecto al pago retrasado de los clientes también es un argumento utilizado.
La realidad es que el miedo aún persiste entre la comunidad inmigrante y eso evita un correcto reclamo, sin embargo, activistas y defensores de sus derechos llaman a que la información sea una herramienta para poder continuar con la subsistencia a base de un trabajo digno. Pero esos números tienen rostro, y hay muchas anécdotas que contar.
