Familias esperanzadas en arreglar trámites migratorios, confiaron en una mujer que supuestamente era empleada federal, pero sus servicios estaban acompañados de promesas falsas.
Dos familias compartieron su historia al ser timados por creer en la palabra de Norma Olga Benavidez, quien se hacía pasar por empleada federal, cobrando altas sumas de dinero para realizar gestiones migratorias.
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Benavidez se declaró culpable de defraudar a 11 familias, cobrándoles un promedio de $3,500 por sus servicios, pero luego de tener el dinero huía con el.
Las familias comentaron que las transacciones monetarias fueron realizadas en efectivo, sin recibir recibos o firmar contratos y se efectuaban en lugares públicos e inclusive en el apartamento del hijo de la mujer. Uno de los afectados indicó que en una ocasión le depositó el dinero directamente a la cuenta bancaria.
La oficina del procurador general de Nevada dijo estar alerta imponiendo leyes que protejan a los consumidores.
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