Los restaurantes, salones de belleza y algunos de los otros negocios de Nevada que cerraron o redujeron sus operaciones bajo las restricciones impuestas por el estado para frenar la propagación del coronavirus, ahora ya permiten reabrir o permitir una vez más a los clientes dentro de sus establecimientos.
El gobernador Steve Sisolak dijo que restaurantes, salones y otros negocios no esenciales podrían reabrir con capacidad limitada. Dijo que las tasas de hospitalización y las pruebas positivas se habían estabilizado.
Sin embargo, Sisolak mantuvo cerrados los casinos, clubes nocturnos, spas y gimnasios, junto con salas de cine interiores, boleras, centros comunitarios, salones de tatuajes, clubes de striptease y burdeles.
El Style Style Hair & Makeup Studio de Lala solo tenía un cliente por estilista cuando reabrió el sábado y todos estaban enmascarados dentro del negocio ubicado en un área no incorporada del condado Clark, cerca del aeropuerto de Las Vegas, dijo la propietaria Laura Leon.
Ella dijo que sus clientes estaban ansiosos por la reapertura del negocio. "Están contentos, están muy emocionados", dijo Leon. "Todo el mundo tiene el pelo largo".
El derrumbe económico de Nevada detuvo a un estado en una buena racha. La tasa de desempleo del estado en febrero fue de 3.6%, pero alcanzó un récord de 22% el viernes pasado.
Incluso con la reapertura de algunos negocios, las personas deben evitar grupos grandes, usar máscaras faciales en público y limitar el contacto con personas fuera de su hogar, dijeron las autoridades.
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"A medida que comenzamos a reabrir lentamente con la Fase 1, es importante para todos nosotros seguir haciendo nuestra parte en el distanciamiento social tanto como sea posible para garantizar nuestra salud y la salud de los demás", dijo el sábado la comisionada del condado Clark, Marilyn Kirkpatrick.
El café Truffles N. Bacon en Las Vegas reanudó la cena en su patio, pero el negocio aún no estaba listo para volver a comer adentro, dijo Magnolia Magat, gerente y copropietaria.
El café cumplía con el distanciamiento social al dejar algunos asientos vacíos en las mesas, sentar grupos de varias personas en más de una mesa y hacer que los clientes llamen con anticipación para hacer reservas, dijo Magat. "Prefiero tener el inconveniente que tener gente enferma", dijo Magat.
