Las Vegas se está marchitando con los turistas que se quedan en casa y las convenciones y negocios cerrados debido a la pandemia del coronavirus, y necesita reabrir antes de que muera, dijo el miércoles la alcaldesa de la ciudad.
"Este cierre se ha convertido en una locura total", dijo la alcaldesa Carolyn Goodman el día después de que el gobernador de Nevada, Steve Sisolak, declarara que no estaba cerca de reabrir partes de la economía detenida del estado.
“Estoy pidiendo: abran la ciudad, abran el condado Clark, abran el estado”, dijo Goodman, leyendo una declaración al comienzo de la reunión semanal del consejo de Las Vegas convocada en medio de avisos de distanciamiento social destinados a evitar que grupos de personas propaguen el virus.
El número de personas que han muerto "trágicamente" en todo el estado por la enfermedad respiratoria COVID-19 representa menos de la mitad del 1% de los más de 3 millones de personas del estado, dijo la alcaldesa; sin embargo, ella dijo que todo el estado ha terminado arrodillado.
"Por el amor de Dios", dijo Goodman, "estar cerrados ya nos está matando y matando a Las Vegas, nuestra industria, nuestro negocio de convenciones y turismo que todos hemos trabajado tan duro para construir. Cuanto más esperemos para hacer esto, más imposible será recuperarnos”.
Funcionarios estatales de salud informaron el miércoles 15 de abril que más de 3,200 personas han sido diagnosticadas con el virus y 131 han muerto. La mayoría de las personas con el virus experimentan síntomas como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes pueden enfrentar enfermedades graves, como neumonía y muerte.
Goodman fue una de las primeras críticas de la orden de Sisolak a mediados de marzo, de cerrar los casinos por el período más largo desde que se legalizaron las apuestas en Nevada en 1931. También se ha quejado de que la cobertura de los medios del brote estaba perjudicando los negocios. La alcaldesa calculó el miércoles el número de nevadenses sin trabajo es de 900,000.
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Sisolak reconoció el martes que el estado ha sido abrumado por unas 300,000 solicitudes de desempleo desde su orden de cierre.
Pero el gobernador dijo que seguirá los consejos de médicos y hospitales sobre las tasas de infección y mortalidad, junto con la consulta con las empresas sobre los impactos económicos antes de levantar su orden de cierre. “Esto no va a ser una decisión política sobre cuándo abrir", dijo Sisolak. "Vamos a tomarlo con calma y tranquilidad y escuchar a los médicos".
