Un hombre de Nevada ha sido condenado por violar y matar a una niña de 7 años más de 25 años después de su muerte. Gregory Wallen, de 47 años, se declaró culpable de asesinato y agresión sexual de una menor, según el periódico Las Vegas Review-Journal.
La policía de Las Vegas encontró el cuerpo de Diana Hernández en una caja de cartón dentro de un basurero el día después de su desaparición en abril de 1994.
Los investigadores arrestaron a Wallen en 2009, 15 años después del crimen, cuando el ADN en el cuerpo y una huella digital en la caja lo ataron al crimen. El sospechoso había vivido en el mismo edificio de apartamentos que la familia Hernández.
Los investigadores también descubrieron que Wallen era un delincuente sexual registrado, y fue arrestado en 1992 por un asalto sexual en Pahrump.
Tras su arresto, Wallen permaneció bajo custodia durante 10 años y tuvo varios cambios de abogados, mientras que los investigadores descubrieron que sufrió una lesión traumática en la cabeza a los 3 o 4 años y fue diagnosticado con autismo en 1985, dijo la defensora pública adjunta Julia Murray.
Los fiscales acordaron retirar la pena de muerte a cambio de la declaración de culpabilidad de Wallen.
La madre de Diana, María Samano, observó los procedimientos judiciales, y a ella se unieron sus hijas Estela Hernández y Adriana Morales, la hermana gemela de Diana. "No estábamos listas para escuchar todo esto", dijo Samano. "No estaba lista; sé que iba a suceder, pero nunca estás listo".
El acuerdo de declaración de culpabilidad de Wallen exige dos condenas a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. "Todo seguirá igual, pero espero que muera pronto", dijo Samano después de la audiencia.
