Inmigrantes indocumentados en diversas ciudades del país son presas del miedo después que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) iniciara redadas con la deportación como último fin.
Si bien ICE comunicó que el foco es deportar a quienes ya agotaron todos los recursos legales disponibles para regularizar su estatus en el país, para algunos inmigrantes estas operaciones han roto sus rutinas diarias y hasta su tranquilidad.
Algunos temen volver a sus países de nacimiento que están inmersos en conflictos armados, otros están preocupados por el futuro que puede aguardar a los hijos que trajeron al mundo y que son ciudadanos estadounidenses.
Por ejemplo, un caso es el de María DeLara. Ella es mexicana y tiene tres hijos ciudadanos americanos y está refugiada en una iglesia en Chicago pues dice que el ICE tocó a su puerta para llevársela. Desde allí esta madre recibe actualmente ayuda legal.
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La misma situación la enfrenta una familia en San Antonio, Texas, que refieren haber recibido la misma visita y por la cual decidieron irse a vivir a su auto. Padre, madre y dos niños abandonaron la casa en la que vivieron por cinco años por el terror a ser deportados.
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Lo que sin duda hay que evitar son los rumores. Por ejemplo, en un sector de Boston muchos indocumentados estuvieron bajo alerta por información de falsas redadas.
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Por eso sugieren corroborar los rumores antes de tomar decisiones y siempre buscar asesoría legal en caso de tener que lidiar con efectivos del ICE.
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Eso ha marcado la diferencia por ejemplo para estas mujeres que lograron posponer sus deportaciones temporalmente pues aún no se habían agotado todas las instancias legales para determinar si pueden seguir adelante con sus casos.
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