Tu telefóno guarda más información de ti que tu propia casa. Y ello cobra más valor en medio del debate sobre la privacidad que se avivó con la pugna entre Apple y el FBI para acceder a la información almacenada en un teléfono perteneciente a un terrorista.
Cuando te detienes a pensarlo, te das cuenta que todo lo que haces con tu celular, incluyendo las aplicaciones que descargas en él, son una ventana a ámbitos de tu privacidad como el sexo.
Según reporta Bloomberg, toda tu vida es rastreable gracias al teléfono. Ya sea que compres un regalo, uses tu GPS o incluso si tuviste relaciones sexuales, esto último si estás utilizando una de las aplicaciones para las parejas que intentan concebir.
"Se puede extraer suficiente información en el teléfono de una persona típica que se puede construir un clon virtual de ese individuo", dijo a Bloomberg Elad Yoran, presidente ejecutivo de KoolSpan Inc., una compañía de seguridad de las comunicaciones.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, ha dicho que “nuestros teléfonos inteligentes están llenos de nuestras conversaciones íntimas, nuestros datos financieros, nuestros registros de salud. También están cargados con la ubicación de nuestros hijos en muchos casos”.
Por ello los expertos alertan sobre estar conscientes de ello al usar aplicaciones de almacenamiento de contraseñas, las aplicaciones pre-cargadas de salud que realizan el seguimiento de forma automática del número de pasos que da el usuario, así como las que usan tus coordenadas GPS de los lugares que visitas, y hasta las que revelan tus tendencias políticas y preferencias alimentarias.
En el caso de aplicaciones que son “buscadores de amigos” o citas, el teléfono sabe dónde están tus amigos o dónde están o han estado los miembros de la familia .
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Lo anterior sin contar lo que los teléfonos silenciosamente recopilan y le comunican a tu proveedor o al fabricante, a través de actualizaciones de software.
Yorgen Edholm, director ejecutivo de la empresa de seguridad cibernética Accellion Inc., explicó a Bloomberg que la capacidad de rastrear, hacerse pasar por alguien o incluso manipular a otro a través de un teléfono inteligente, muestra la necesidad de estar alerta sobre la seguridad y ser cautos ante una posible extralimitación por parte del gobierno.
