Las tres personas que murieron en una visita turística por el Gran Cañón han sido identificadas como una recepcionista veterinaria, su novio y el hermano del novio. La familia y amigos de Becky Dobson, de 27 años, Stuart Hill, de 30 años, y Jason Hill, de 32 años, dicen que los británicos se habían ido a Las Vegas para celebrar el cumpleaños de Stuart Hill.
El padre de Dobson dijo a la agencia de noticias británica, Press Association, que habían estado esperando el viaje durante mucho tiempo.
Los tres murieron cuando su helicóptero se estrelló el sábado sobre las escarpadas rocas del Gran Cañón en la reserva Hualapai, afuera de los límites del parque nacional. La Junta Nacional de Seguridad del Transporte y la Administración Federal de Aviación están investigando el incidente.
Las autoridades dicen que tres turistas británicos murieron cuando un helicóptero de turismo en el que se encontraban, se estrelló contra las irregulares rocas del Gran Cañón. Otros tres turistas británicos y el piloto sobrevivieron y fueron transportados por aire a un hospital de Las Vegas.
Un testigo dijo que vio llamas y humo negro que salía del sitio del accidente, escuchó explosiones y vio a las víctimas sangrando y quemadas gravemente.
El helicóptero de Papillon Grand Canyon Helicopters se estrelló en circunstancias desconocidas el sábado por la noche en la tierra de Hualapai, por el borde oeste del Gran Cañón.
El jefe de la policía de Hualapai, Francis Bradley, dice que navegar en el terreno accidentado en la oscuridad hizo que a los equipos de emergencia les resultara difícil alcanzar los restos del helicóptero. La compañía con sede en Nevada dice que coopera completamente con los investigadores.
Las causas del accidente siguen bajo investigación, pero se cree que los vientos pudieron haber sido factor para que la aeronave se hubiera estrellado ya que Bradley declaró que “nos vimos obstaculizados por las severas condiciones climáticas”.
