Un hombre que se encontraba en pena de muerte desde 1988 por el secuestro y homicidio de un hombre minusválido que vivía en el área de Las Vegas, terminó perdiendo la vida mientras esperaba su ejecución.
Graham Saunders Henry, quien tenía 71 años al momento de morir, fue sentenciado a muerte por el asesinato de Roy Estes, un hombre anciano y minusválido que vivía en Henderson, Nevada, el pasado junio de 1986.
Estes fue secuestrado con todo y su camioneta desde Henderson y su cuerpo fue dejado en el desierto en la frontera de Nevada con Arizona después de haber sido acuchillado.
Henry, quien viajaba acompañado, fue arrestado poco después por conducir intoxicado; días después se encontró el cuerpo de Estes, mientras los entonces sospechosos se encontraban todavía detenidos en el Condado Mohave.
Tras el juicio, Henry fue sentenciado a la pena de muerte por el homicidio en primer grado, secuestro, robo y asalto en marzo de 1988, y volvió a ser sentenciado en febrero de 1995.
Según el Departamento de Correccionales de Arizona, Henry murió el pasado 9 de febrero por aparentes causas naturales, y su muerte será investigada por el médico forense de condado como parte del protocolo.
Actualmente hay 117 reos en la lista de reos en pena de muerte en el estado de Arizona según el sitio de internet del departamento de correccionales del estado.
