EEUU financiaría referendo a Puerto Rico

SAN JUAN (Puerto Rico) - El futuro del estatus político de Puerto Rico está nuevamente sujeto a debate, luego de que las autoridades anunciaron este miércoles que la Casa Blanca solicitará 2,5 millones de dólares para sostener el primer referendo sobre el tema financiado por Estados Unidos en la historia de la isla.

El dinero se canalizaría a la comisión electoral del territorio estadounidense a fin de pagar una campaña de educación y un plebiscito para resolver el estatus de la isla, y el presidente Barack Obama ha especificado que el secretario de Justicia estadounidense tendría que aprobar la boleta antes de someterla a votación.

El anuncio reavivó un acalorado debate en Puerto Rico, donde facciones rivales argumentaron que la medida mostraba que la Casa Blanca los respaldaba.

Legisladores opositores del partido pro estadidad dijeron que el anuncio implicaba que la Casa Blanca avalaba los resultados de un referendo reciente en el cual el grupo más grande de votantes apoyó que Puerto Rico se convierta en un estado más de la federación. Líderes del partido que controla ambas cámaras del Congreso local, y que está a favor de que Puerto Rico mantenga su estatus actual como estado libre asociado, dijeron que significaba que la Casa Blanca rechazaba el referendo.

Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a un mensaje en que se solicitaba su comentario.

No ha habido acuerdo sobre lo que significa el referendo no vinculante efectuado hace cinco meses.

En la primera pregunta de la boleta, más de 900.000 votantes, o 54%, dijeron que no estaban contentos con la situación de estado libre asociado.

En una segunda pregunta se les pedía a los votantes que eligieran un estatus. De los cerca de 1,3 millones de votantes que hicieron una elección, casi 800.000, o 61%, apoyaron la estadidad (condición de estado federal). Unos 437.000 respaldaron la asociación libre soberana y 72.560 eligieron la independencia. Sin embargo, en casi 500.000 boletas se dejó en blanco esa pregunta.

La Casa Blanca no ha comentado específicamente sobre esos resultados, excepto cuando dijo que era evidente que los puertorriqueños querían resolver su estatus político.

Puerto Rico sostuvo otros referendos no vinculantes en 1967, 1993 y 1998, y en ellos la estadidad nunca obtuvo una clara mayoría y la independencia no recibió más de 5% de los votos.

La isla ha sido territorio de Estados Unidos por 115 años, y sus habitantes han sido ciudadanos estadounidenses desde 1917, aunque no pueden votar en la elección presidencial de Estados Unidos, no tienen representación en el Senado y sólo tienen una representación limitada en la cámara baja.

Luego del anuncio del miércoles, el gobernador Alejandro García Padilla, quien venció al entonces gobernador Luis Fortuño (partidario de la estadidad) en la elección general de noviembre, emitió un breve comunicado mientras se encuentra de visita oficial en Brasil.

El presidente de Estados Unidos ha escuchado las demandas del gobierno puertorriqueño, dijo, al describir el plebiscito propuesto como justo.

El presidente del Senado Eduardo Bhatia, miembro del Partido Popular Democrático, dijo que el plebiscito debe incluir sólo opciones apoyadas por los puertorriqueños. De otra manera, "será otro ejercicio inútil", aseveró. "Cualquier otra cosa equivale a perpetuar el carrusel político de los últimos 115 años".

El anuncio provocó discordias al interior del Partido Nuevo Progresista (pro estadidad).

Pedro Pierluisi, delegado del territorio en la Cámara de Representantes federal, celebró la noticia.

"La Casa Blanca ha reconocido que el 6 de noviembre de 2012, la mayoría de los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico retiraron su consentimiento al estatus actual del territorio, el cual los priva de los derechos democráticos más fundamentales", dijo.

Pero el ex presidente del Senado Thomas Rivera Schatz reprendió a los que vieron con buenos ojos el anuncio, y dijo que los resultados del referendo hablaban por sí mismos.

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