El coronavirus llegó a cambiarnos la vida en todos los sentidos y para quienes han tenido la enfermedad hay recordatorios persistentes que los han dejado marcados indefinidamente.
Amparo Antón residente de Las Vegas se contagió de coronavirus el año pasado junto a su esposo. El virus acabo con la vida de su marido y la de sus 2 cuñados. Su hija también enfermó gravemente.
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“La única palabra que le puedo decir es que fue terrible” nos dice conmovida Antón, quien administra una red de salones de belleza en Las Vegas.
Antón dice que su caso de COVID-19 se sintió como un resfriado fuerte, sin embargo, las secuelas en su cuerpo surgieron rápidamente.
“Dolor de espalda como que traes un peso cargando acá. Los dolores de cabeza, la perdida de cabello y al final de cuentas mi rodilla que fue la que más se me afectó” señaló Antón quien también sufrió un trauma emocional por la muerte de sus familiares.
Según el prestigioso diario de investigación medica The Lancet, son síntomas y emociones que experimentan 1 de cada 3 sobrevivientes del coronavirus.
“Tenemos mucha gente que tienen síntomas que no podemos en este momento explicar” nos comentó la doctora Gabriela Gregory, neuróloga en el Hospital Sunrise de Las Vegas. Gregory dice que con la pandemia se ha disparado el número de pacientes en su oficina que buscan respuestas a síntomas inexplicables en su cuerpo.
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“Hay mucha gente que está sufriendo de dolores, de adormecimientos, de dolores nauseas, vómitos, distintas cosas, mientras que los síntomas sean leves y se resuelvan solos duren por algunos minutos y se van no es algo de cuidado” explicó Gregory haciendo énfasis en que de 30 a 40% de los pacientes que tuvieron COVID-19 suelen tener estos síntomas neurológicos,
“Lo que sí sabemos es que este virus causa inflamación en el cuerpo y los químicos que el sistema inflamatorio causa en la sangre causan muchos de estos síntomas” aseguró Gregory.
En el caso de Amparo la mayoría de sus síntomas desaparecieron al ponerse la vacuna del COVID-19, pero el de su rodilla persiste, aunque los doctores le aseguran que todo se ve normal en tomografías.
La terapeuta Margarita Romano dice que el trauma emocional también puede producir síntomas físicos.
“Esos se llaman efectos somatosensoriales, estas somatizando un problema psicológico en algo físico puesto que esta interrelacionado y también nuestro cuerpo lleva la cuenta”.
Allí puede desencadenarse la ansiedad o depresión que también han sido señaladas por expertos como otras secuelas del virus.
“De hecho es algo físico, sientes opresión en el pecho, sudoración en las manos, empiezas a ver una visión de túnel donde no ves las cosas alrededor, miedo, se te puede nublar la vista, problemas para respirar” añade Romano.
Y ese problema se puede agravar si no se encuentra apoyo en los entornos sociales. Las Vegas es muestra de ello; 20 estudiantes del CCSD se quitaron la vida solo en el último año desde el comienzo de la educación a distancia.
“Hay una falta de información en nuestra cultura hispana donde solamente échale ganas, o solamente tu no pienses en eso, pero no es una cosa de decisión es una enfermedad y debemos de tratarla como es” finalizó Romano.
Además de los dolores inexplicables la doctora Gregory nos cuenta que hay personas que no han recuperado el olfato y el gusto después de meses de su recuperación.
Lo más importante ante todo es buscar asesoría médica para descartar algún problema físico o mental.
