Solo por detrás de las superpotencias China y Estados Unidos, las clavadistas mexicanas Gabriela Agúndez y Alejandra Orozco subieron al podio olímpico de la plataforma sincronizada y dieron a México la medalla de bronce, la segunda que logra en Tokio 2020 tras la del equipo mixto de tiro con arco.
Para Orozco es la segunda medalla olímpica tras las de plata se obtuvo en esta misma disciplina haciendo mancuerna con Paola Espinosa, quien está ausente en estos juegos.
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"Lo conseguimos como más nos gusta a los mexicanos. Nosotras no nos rendimos nunca hasta el final", dijo Agúndez, que a sus 20 años es una de las mayores promesas del deporte emblema olímpico mexicano.
A lo largo de la competencia, las mexicanas fueron de menos a más y casi al final de la prueba lograron el que fue su clavado mejor evaluado y que se combinó con un mal resultado de la dupla de Japón, que podría quitarle el anhelado bronce.
Agúndez y Orozco vieron el desempeño de la pareja japonesa y festejaron de manera anticipada, lo que al quedar grabado en video detonó una serie de críticas de quienes consideraron que había sido una expresión antideportiva.
El camino a la gloria olímpica
Con Orozco y Agúndez, la presencia de México en el podio de clavados suma cuatro ocasiones ininterrumpidas, desde Pekín 2008, pero para llegar ahí las jóvenes no tuvieron un camino fácil.
Frente a ellas estaban las chinas Yuxi Chen y Jiai Zhang, que sumaron 364,78 puntos; más de 50 puntos por delante de las estadounidenses Jessica Parratto y Delaney Schnell, quienes obtuvieron 310,80.
Las mexicanas puntuaron 299,70, después de ir remontando. Del séptimo lugar que ocupaban tras el segundo salto subieron al quinto en el siguiente, luego al cuarto y finalmente, con un doble y medio atrás con giro y medio que mereció su mejor nota, 71.04, entraron en el podio.
Festejo anticipado
La combinación de su buen clavado, con un mal resultado de sus competidoras hizo que las mexicanas se abrazaran y celebraran antes de conocer los resultados oficiales.
No todos entendieron esa celebración, natural en cualquier ser humano como dicen quienes las apoyaron en la polémica, y les dijeron que habían incurrido en una conducta antideportiva.
En medio de su alegría, Ale y Gaby se dieron tiempo para aclarar la situación y explicar sus emociones ante la certeza de un triunfo por el que trabajaron mucho y que incluso fue reconocido por la veterana Paola Espinosa, quien les envió un "las quiero" a través de sus redes sociales.