Emma Coronel, esposa de Joaquín "El Chapo" Guzmán, presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para proteger la integridad física y mental del líder del Cártel de Sinaloa.
"Debido a la desesperación que en estos momentos se encuentra mi esposo, ya que se encuentra muy delicado de salud, nos mandó a decir que él siente que para diciembre ya no está", dice Coronel en un escrito al Ombudsman.
Coronel considera que en el reclusorio de Ciudad Juárez, donde está preso "El Chapo" Guzmán, se han violado sus garantías individuales y que su estado de salud se ha deteriorado en extremo.
Por ello, pidió que se le permita salir una hora diaria al patio, como a cualquier interno, que se le brinde atención médica y psiquiátrica, y que termine su aislamiento.
Apenas hace días, un juez federal ordenó que se practique a "El Chapo" el análisis médico conocido como Protocolo de Estambul, para determinar si el recluso es víctima de tortura por parte de las autoridades.
Aunque la familia insiste en que "El Chapo" está deprimido por su aislamiento, porque no tiene contacto con otros reos y sus visitas son restringidas, autoridades penitenciarias aseguran que nadie lo molesta.
José Alberto Rodríguez, titular del Órgano Administrativo Desconcentrado, dijo que entienden que "Guzmán Loera tenga molestias o tenga incomodidades derivadas de su encierro legal, pero es una circunstancia que no solamente vive él, que viven todas las personas privadas de su libertad".
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Afirmó que aceptan que el líder del Cártel de Sinaloa tiene algunos problemas de salud, pero que han sido controlados por médicos.
