Abismo fiscal: Obama no doblega

REDFORD (Michigan) - El presidente Barack Obama aseguró el lunes que "no transigirá" en sus promesas de que los estadunidenses acaudalados paguen más impuestos, con lo que puso el dedo en la llaga de la disputa entre la Casa Blanca y los republicanos mientras ambos negocian para evitar el llamado "precipicio fiscal".

Obama viajó al corazón industrial de Estados Unidos para impulsar sus presiones a los legisladores. Recuperó algunas líneas de su propia campaña para la reelección mientras el país se acerca al abismo presupuestario: el aumento automático de los impuestos y recortes al gasto que entrarían en vigor en enero si los legisladores no se ponen de acuerdo en el tema del gasto.

El presidente declaró que el país no puede solventar una crisis "fabricada" y prometió a los animados empleados de una empresa automotriz que peleará por ampliar los alivios impositivos a la clase media antes de que expiren a finales de este año.

"Este es un golpe que ustedes no se pueden permitir", declaró Obama.

Su discurso estilo proselitista en Michigan ocurrió un día después de reunirse a solas por primera vez con el líder de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para buscar formas de evitar el "precipicio fiscal".

Ninguno de los dos reveló detalles del encuentro del fin de semana en la Casa Blanca, pero cuando faltan sólo tres semanas para que entren en vigor los aumentos en los impuestos y los recortes al gasto, el simple hecho de que se reunieran fue visto como un avance.

Las negociaciones se siguen enfocando en si se deben subir las tasas impositivas para el 2% que gana más en el país.

Aunque los republicanos se han opuesto a esa medida durante mucho tiempo, algunos legisladores conservadores están sugiriendo al Partido Republicano que ceda en los impuestos para ganar concesiones del presidente en las reformas al gasto social.

Los líderes empresariales, cansados de que las discusiones partidistas en Washington estén provocando incertidumbre, están enfatizando la necesidad de lograr un acuerdo antes de que finalice el año.

"Las millones de personas que trabajan para nosotros, sus vidas están cambiando constantemente. Y es increíblemente determinante lograr esto ahora", dijo Jeffrey Immelt, director ejecutivo de GE y jefe del consejo asesor presidencial en competitividad.

El lunes, Immelt dijo a la cadena CBS que "todos saben que necesitamos ingresos" porque los recortes al gasto por sí solos no resolverán el problema.

El senador republicano Bob Corker dijo el domingo a la cadena Fox que si los republicanos aceptaran elevar los impuestos a los más ricos, entonces "el enfoque cambiaría hacia el gasto social y posiblemente nos coloque en un lugar donde en realidad podamos hacer algo que salve al país".

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