Los dimes y diretes de Bob Menéndez

UNION CITY, Nueva Jersey - El senador estadounidense Robert Menéndez es visto por sus críticos como el malo que siempre se escabulle, mientras que para sus adeptos es un hombre respetable, perseguido por rumores e investigaciones.

El legislador demócrata, que representa al estado de Nueva Jersey, se encuentra en una situación ya conocida ahora que su despacho acepta que viajó a República Dominicana en el avión de un donante en 2010, pero dice que Menéndez no tuvo contacto sexual con prostitutas en ese país caribeño, como aseguró un sitio conservador en internet.

El mes pasado, la influencia del senador en Washington creció cuando asumió como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en reemplazo de John Kerry, confirmado como secretario federal de Estado. Menéndez, recién reelecto en una contienda que ganó fácilmente, tuvo también una gran participación en el plan bipartidista del Senado para reformar la ley nacional de inmigración.

Poco antes de esas elecciones volvieron los señalamientos en su contra.

Menéndez vive en la polvosa ciudad de Union City en el norte de Nueva Jersey, donde se le venera como un estadounidense de origen cubano que se encumbró en la política y que realiza un buen trabajo por la comunidad. La ciudad tiene una abundante población de inmigrantes, y es conocida como "La Habana en el (río) Hudson".

Antonio Paz, quien llegó a Union City procedente de Cuba hace 58 años, aseguró que es republicano con opiniones políticas diferentes a las de Menéndez, pero que respeta al senador como un líder y que le tiene sin cuidado la acusación sobre las prostitutas.

"¿Cuál es el problema?", se preguntó. "En Europa, les dan medallas por eso".

Otras personas consideran inverosímiles las acusaciones.

"¿Podría este senador federal ser tan tonto y arrogante como para meterse en este tipo de acto cuando sabe que todo lo que haga será sometido a escrutinio durante su carrera?", cuestionó la politóloga Brigid Harrison, de la Universidad Estatal en Montclair.

Menéndez no respondió de inmediato a una solicitud de The Associated Press para que expusiera su posición sobre este despacho.

Aunque Menéndez, de 59 años, nunca ha sido acusado de un delito, no se puede negar que con frecuencia ha estado en el centro de escándalos por cuestiones éticas.

Menéndez pasó el año 2006 en busca de cumplir el mandato completo que como senador federal le dejó Jon Corzine con la intención de ser gobernador,

La fiscalía federal en Nueva Jersey, encabezada entonces por el republicano Chris Christie que ahora es un gobernador prominente, indagaba un vínculo entre Menéndez y el grupo antipobreza North Hudson Community Action Corp.

Ese grupo le alquiló espacio a Menéndez al tiempo que como senador lo ayudaba a conseguir financiamiento federal.

El caso fue cerrado en 2011 sin decisión por la fiscal federal en el oriente de Pensilvania, que investigaba un posible conflicto de intereses por la nominación hecha por Menéndez del eventual sucesor de Christie en el puesto.

También en la campaña política de 2006 surgió el caso de una conversación grabada en 1999, en la que un asesor de Menéndez usaba supuestamente el nombre del senador a fin de presionar a alguien para que contratara a un médico en el gobierno local. Según documentos judiciales, el médico presuntamente buscado por Menéndez creía que algo del dinero del contrato gubernamental sería entregado al senador. Menéndez negó el cargo.

El año pasado, Menéndez contribuyó a obras de caridad con 18.800 dólares de los fondos de campaña luego de que el donante Joseph Bigica admitió que hizo contribuciones indebidas a candidatos. Menéndez dijo que en ese caso fue la víctima, no el delincuente.

El cibersitio Daily Caller dijo que el senador había viajado a República Dominicana en el avión privado del oftalmólogo Salomon Melgen, de Florida, para tener relaciones sexuales con prostitutas.

Menéndez, cuya vocera negó el señalamiento de las prostitutas, le reembolsó 58,500 dólares a Melgen por dos viajes que describió como personales.

Christie, quien rara vez habla bien de Menéndez, lo encomió a principios de enero por sus gestiones a fin de conseguir asistencia federal para las víctimas de la súpertormenta Sandy.

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