Pena máxima a falsos periodistas mexicanos

MANAGUA - Un juez penal nicaragüense impuso una pena de 30 años de prisión a cada uno de los 18 mexicanos que se hacían pasar por periodistas de la cadena Televisa y quienes en diciembre fueron declarados culpables de lavado de dinero, delincuencia organizada y narcotráfico. "Es criterio de este judicial establecer la pena máxima que establece la constitución de Nicaragua en contra de cada uno de los procesados por los delitos por los que esta autoridad los declaró culpables", dijo el viernes el juez Edgard Altamirano al leer la condena. Los mexicanos fueron detenidos en agosto de 2012 en la frontera norte de Nicaragua cuando se movilizaban en seis camionetas con logotipos de Televisa, en las que luego se encontraron ocultos 9,2 millones de dólares. Altamirano impuso penas de entre 34 y 35 años de cárcel para los mexicanos, aunque la sanción se reduce a 30 años debido a que es la pena máxima que permite la Constitución de Nicaragua. Raquel Alatorre Correa y Juan Luis Torres Torres, considerados los miembros de mayor jerarquía del grupo, recibieron las condenas de 35 años. Además de la pena de prisión, el juez los condenó a pagar multas similares a cada uno de ellos, una equivalente a unos 4.600 dólares y otra por 9,2 millones de dólares, cifra correspondiente a la suma que se les incautó. Raquel Alatorre, de 30 años de edad, y considerada la lideresa del grupo, entró a la sala donde se leyó la sentencia y lloró antes que el juez emitiera la pena. Según la acusación, Alatorre se encargaba de tramitar entradas y salidas de ella y sus compañeros por algunos países. Las autoridades locales señalaron que pretendían llevar el dinero a Costa Rica. Sus compañeros intentaron darle ánimos y ella incluso sonrió un par de veces en medio de las lágrimas. Los mexicanos fueron arrestados en una zona fronteriza, cuando dieron versiones confusas de lo que venían a hacer al país movilizados en seis furgonetas con logos de Televisa. En el juicio de nueve días realizado en diciembre desfilaron 21 testigos, de los cuales tres brindaron sus declaraciones con el rostro oculto, como medida de seguridad. Antes de que el juez Altamirano emitiera su sentencia, los condenados se declararon inocentes y solicitaron "un fallo justo", a la vez que pidieron perdón al estado de Nicaragua, a los nicaragüenses, a México y a los mexicanos, por los inconvenientes que provocaron con este caso. El viernes durante la lectura de la condena, se vieron abatidos y solo alcanzaron a decir que les maltrataban en las celdas donde han estado confinados. La defensa de los mexicanos insistió siempre en que no existieron pruebas de lavado de dinero, que lo que se podía señalar era evasión aduanera y que el delito de narcotráfico tampoco se probó. "Vamos a apelar esta sentencia porque es incongruente, no hay fundamento y es desproporcionada, estamos seguros que en segunda instancia la vamos a botar, porque jurídicamente no cabe", dijo a The Associated Press el abogado Ricardo Ramírez Magnali. Una abogada nicaragüense se presentó como "oyente" al juicio como representante legal de Televisa para observar el proceso e informar a su cliente, y también asistió el cónsul de México en Managua, Germán Munguía. Televisa negó desde que se conoció el caso toda relación laboral con los procesados y la propiedad de las camionetas, pero un testigo de rostro oculto afirmó que Raquel Alatorre mostró documentos supuestamente firmados por Amador Narcia Estrada, vicepresidente de Información de Noticieros de la televisora. Las autoridades policiales revisan actualmente la firma que enviaron las autoridades de México para determinar si es la misma que presentaban los documentos que portaba Raquel Alatorre.

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